Alerta medioambiental

La emergencia climática "es de una magnitud sin precedentes", asegura un estudio

El cambio climático empeora a un ritmo peligroso y la Tierra se adentra en una "nueva fase crítica e impredecible", afirman los científicos

El cambio climático con su aumento del nivel del mar por la subida de temperaturas puede dejar graves consecuencias, pero también desplazamientos de los continentes
El cambio climático con su aumento del nivel del mar por la subida de temperaturas puede dejar graves consecuencias, pero también desplazamientos de los continentesDreamstime

Un equipo de científicos ha firmado un informe climático que advierte de que la Tierra ha alcanzado "extremos récord" en 25 de sus 35 "signos vitales", por lo que el mundo se enfrenta a "una emergencia climática de una magnitud sin precedentes".

William Ripple y Christopher Wolf, de la Universidad Estatal de Oregón (Estados Unidos), son los autores principales del informe, con otros 12 científicos pertenecientes a instituciones de Alemania, Australia, Brasil, China, Dinamarca, Reino Unido o Suiza. El trabajo se ha publicado este martes en la revista "BioScience".

El trabajo presenta pruebas alarmantes de que el cambio climático empeora a un ritmo peligroso y de que la Tierra se adentra en una "nueva fase crítica e impredecible de la crisis climática", por lo que "se necesitan acciones decisivas y rápidas", informa Servimedia.

"Una gran parte de la estructura misma de la vida en nuestro planeta está en peligro. "Ya estamos en medio de una abrupta convulsión climática, que pone en peligro la vida en la Tierra como nada que los humanos hayan visto jamás. El exceso ecológico, que toma más de lo que la Tierra puede dar con seguridad, ha empujado al planeta a condiciones climáticas más amenazantes que cualquier otra que hayan presenciado incluso nuestros parientes prehistóricos", según Ripple.

Este científico apunta que la 29º Cumbre del Clima -conocida como COP29-, que comenzará el próximo 11 de noviembre en Bakú (Azerbaiyán), debe acordar "grandes avances".

Según el estudio, 25 de los 35 "signos vitales" planetarios que emplean los científicos para rastrear el cambio climático anualmente están en "extremos récord".

Los tres días más calurosos de la historia llegaron en julio de 2024, y las emisiones de combustibles fósiles están en su nivel más alto, al igual que la población humana y la de ganado rumiante (mamíferos ungulados como vacas, ovejas y cabras, que producen gases de efecto invernadero y su crianza requiere un uso intensivo de energía).

La población humana aumenta a un ritmo de unas 200.000 personas por día y la de ganado rumiante, a unos 170.000 ejemplares cada día.

Además, el consumo anual de combustibles fósiles subió el año pasado un 1,5%, principalmente por los incrementos en el uso de carbón (1,6%) y petróleo (2,5%).

El uso de energía renovable también se elevó el año pasado y el consumo de energía solar y eólica en conjunto aumentó un 15% con respecto a 2022.

El informe muestra que la pérdida anual de cubierta arbórea en el mundo subió de 22,8 millones de hectáreas en 2022 a 28,3 millones en 2023. Según los promedios mundiales hasta la fecha, las concentraciones de dióxido de carbono atmosférico y metano están en máximos históricos.

Emergencia mundial

Además, el informe apunta que la temperatura media de la superficie de la Tierra está en su nivel más alto histórico; la acidez y el contenido calórico de los océanos, así como el nivel medio global del mar, se encuentran en niveles extremos récord, y la masa de hielo de Groenlandia, la masa de hielo de la Antártida y el espesor medio de los glaciares se encuentran en sus niveles más bajos históricos.

Los autores han identificado 28 bucles de retroalimentación amplificadores, es decir, que exacerban el cambio climático, como el deshielo del permafrost.

"Estamos al borde de un desastre climático irreversible. Se trata de una emergencia mundial sin lugar a dudas. Gran parte de la estructura misma de la vida en la Tierra está en peligro", según los autores.

El informe destaca varios "puntos de inflexión" climáticos y ciclos de retroalimentación que podrían desencadenar cambios catastróficos, incluido el colapso de importantes capas de hielo y la muerte generalizada de los bosques.

Los autores también analizan amenazas emergentes, como el color naranja de los ríos del Ártico por los metales tóxicos, un efecto que coincide con el deshielo del permafrost.

"Estamos entrando en una nueva fase crítica e impredecible de la crisis climática", advierten los científicos, que subrayan que las políticas actuales han llevado a la Tierra a un calentamiento de 2,7 grados para 2100, muy por encima del límite de 1,5 grados pactado en el Acuerdo de París.

Propuestas urgentes

Por todo ello, los autores urgen a adoptar medidas como fijar un precio global del carbono que limite las emisiones de los ricos y, al mismo tiempo, potencialmente proporcione fondos para más acciones climáticas.

Mejorar la eficiencia y la conservación energética al tiempo que se sustituyen los combustibles fósiles por energías renovables con bajas emisiones de carbono y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, incluidos los catalogados como contaminantes de corto plazo como el metano, son otras propuestas.

Además, abogan por proteger y restaurar los ecosistemas biodiversos, fomentar un cambio hacia alimentos de origen vegetal, promover una economía ecológica sostenible y reducir el consumo excesivo y el desperdicio de comida, e integrar la educación sobre el cambio climático en los planes de estudio mundiales para impulsar la concienciación, la alfabetización y la acción.

"El futuro de la humanidad está en juego. Solo mediante una acción decisiva podremos proteger el mundo natural, evitar un profundo sufrimiento humano y garantizar que las generaciones futuras hereden el mundo habitable que merecen", concluye el informe.