Redes sociales

Un español que vive en Alemania va al supermercado: "Literalmente en España nos toman por subnormales"

Una publicación en TikTok ha generado un aluvión de reacciones entre los usuarios, muchos de los cuales comparten la percepción de que los productos nacionales son desplazados en favor de importaciones

Imagen de archivo de las estanterías del supermercado
Imagen de archivo de las estanterías del supermercadoPixabay

Un joven español residente en Alemania ha encendido el debate en redes sociales con una crítica directa sobre los precios y el origen de los productos agrícolas entre España y Alemania. El vídeo, publicado en TikTok por el usuario @alexab03_, acumula ya más de 1,2 millones de visualizaciones, más de 64.000 ‘me gusta’ y 1.550 comentarios.

"Literalmente en España nos toman por subnormales", arranca Alejandro en su vídeo, grabado desde un supermercado alemán. Con tono de indignación, muestra un manojo de espárragos verdes etiquetados con su lugar de origen: Ventorros de San José, Loja, en la provincia de Granada. El joven resalta la contradicción de que estos espárragos españoles se vendan en Alemania a un precio más bajo que los que encuentra habitualmente en supermercados españoles.

Para ilustrar la comparativa, Alejandro enseña una captura de pantalla tomada en España, donde un manojo similar de espárragos verdes gruesos, de 330 gramos y procedentes de Perú, se vende por 3,30 euros. "Es que somos tontos", añade.

El vídeo ha generado un aluvión de reacciones entre los usuarios, muchos de los cuales comparten la percepción de que en España los productos nacionales son desplazados en favor de importaciones, a menudo a precios superiores.

La crítica de Alejandro ha reabierto una discusión recurrente en España: ¿por qué productos españoles se venden más baratos fuera del país de origen? ¿Qué papel juegan los márgenes de distribución, las políticas de importación y los acuerdos comerciales de las grandes cadenas? Y, sobre todo, ¿por qué se importa cuando se puede producir localmente?

El caso retratado por Alejandro apunta directamente a las decisiones de aprovisionamiento y fijación de precios en los supermercados en España. Para muchos consumidores, resulta incomprensible que un producto cultivado en su propia tierra llegue más fresco y más barato a estanterías de otros países europeos.