Españoles al cuadrado

Francisco renovó el 7 de marzo el Consejo de Cardenales que creó en el 2013 para que le asesorasen en el gobierno de la Iglesia universal. De los nueve cardenales que lo componían sólo permanecen cuatro: Parolín, Secretario de Estado; el africano Fridolin Ambongo Besunga; el arzobispo de Bombay Gracias y el norteamericano O’ Malley, que preside la Comisión para la Protección de Menores. Salen, por el contrario, Rodríguez Madariaga y Bertello por haber superado los 80 años y el alemán Reinhard Marx arzobispo de Munich. Por primera vez España se integra en este transcendental organismo y lo hace por partida doble: el arzobispo de Barcelona Juan José Omella, Presidente de la Conferencia Episcopal Española, y el salmantino Fernando Vérgez, que preside la Pontificia Comisión para el Estado de la Ciudad del Vaticano y en consecuencia es igualmente Presidente de la Gobernación del minúsculo estado. Los dos gozan de la máxima confianza del papa argentino y cada uno de ellos tiene un conocimiento muy directo de los problemas más urgentes del catolicismo actual. También se han incorporado al Consejo los cardenales Lacroix, arzobispo de Quebec; el jesuita Hollerich que es el relator del próximo Sínodo y el brasileño Sergio de Rocha, arzobispo de San Salvador de Bahía. Queda así asegurada la presencia de cuatro de los cinco continentes con la única ausencia de Oceanía que estuvo representada en la anterior configuración del Consejo por el cardenal George Pell. La primera reunión ha sido convocada para el 24 de abril y está por ver cuál va a ser el objetivo, ya que el anterior Consejo se dedicó esencialmente a elaborar la nueva Constitución de la Iglesia, la «Praedicate Evangelium» que entró en vigor el 26 de junio.