Jubilación
Esta isla europea se ha convertido en el nuevo paraíso de los jubilados
Madeira atrae a pensionistas franceses que buscan calidad de vida con solo 1.200 euros al mes, en medio de una erosión del poder adquisitivo
La isla portuguesa de Madeira se ha consolidado como un destino privilegiado para un número creciente de jubilados franceses, que ven en ella una alternativa viable ante el desgaste económico que enfrentan en su país. La inflación persistente, que supera el incremento nominal de las pensiones, y el aumento de la edad de jubilación a 64 años, han llevado a muchos a replantearse dónde y cómo vivir su retiro.
Con una pensión media de 1.541 euros netos mensuales, los pensionistas se enfrentan a dificultades para mantener su calidad de vida en Francia. Madeira, en cambio, ofrece alquileres entre 600 y 800 euros, muy por debajo de los precios en ciudades francesas, y se beneficia de un convenio fiscal franco-portugués que evita la doble tributación, lo que representa un alivio económico considerable.
Pero el atractivo de la isla va más allá de lo financiero. Madeira brinda una calidad de vida incomparable, con un clima templado todo el año, baja criminalidad y excelente conectividad con Europa. Sus paisajes naturales protegidos por la UNESCO, sus mercados tradicionales como el Mercado dos Lavradores, y las piscinas volcánicas de Porto Moniz configuran un entorno que combina tranquilidad, belleza y accesibilidad.