Salud

Exteriores alerta del peligro de las operaciones estéticas en Turquía: ya han muerto 4 españoles

En marzo se detectaron 67 casos de botulismo en pacientes europeos que viajaron a Estambul para someterse a una operación para perder peso

Mujer sometiéndose a un tratamiento estético | Dreamstime
Mujer sometiéndose a un tratamiento estético | DreamstimelarazonDreamstime

Turquía se ha convertido en un destino de moda para los que se quieren hacer operaciones estéticas a un precio asequible. Por ejemplo, una reducción de estómago o un trasplante capilar cuestan tres veces menos que en España. Sin embargo, en ocasiones, estos procedimientos se hacen sin cumplir con las garantías sanitarias de los países europeos.

Así lo advierte el Ministerio de Asuntos Exteriores en su página web: "En este país la gran mayoría de turistas españoles que se desplazan por este motivo lo hacen para recibir tratamientos de tipo cosmético (cirugía gástrica, implantes capilares, etc). El nivel de las instalaciones hospitalarias y de los tratamientos varía de manera muy relevante dentro del propio país, por lo que se recomienda encarecidamente a todos aquellos que estén considerando desplazarse para recibir tratamiento que analicen cuidadosamente tanto a los establecimientos como a los facultativos que vayan a realizar la operación, y que sean conscientes de que las agencias que ofrecen este tipo de servicios lo hacen por interés económico, por lo que han de valorarlas con ese pensamiento muy presente."

Según informa el Ministerio, en los últimos meses al menos 4 ciudadanos españoles han fallecido como consecuencia de someterse a intervenciones quirúrgicas de tipo cosmético en el el país, y un número parecido están sufriendo graves secuelas. Añade que otras embajadas de países cercanos informan de parecidas experiencias.

"En caso de viajar a Turquía para someterse a un tratamiento de este tipo, se reitera enfáticamente recomendar la máxima precaución y comprobar el nivel de calidad del centro y los facultativos elegidos", aconseja Exteriores.

El debate sobre las condiciones de seguridad de algunas de las clínicas que realizan este tipo de operaciones ha aumentado en los últimas semanas debido a una alerta de las autoridades sanitarias de la Unión Europea emitida el pasado mes de marzo sobre 67 casos de botulismo vinculados a dos centros privados en Estambul. Los pacientes se habían sometido a inyecciones intragástrica de toxina botulímica para adelgazar.Esta intervención consiste en inyectar bótox en el estómago para ralentizar la digestión y provocar la sensación de saciedad.

A ese respecto, las sociedades científicas que abordan la obesidad alertaron de los riesgos del turismo sanitario y los tratamientos que se realizan en países con servicios médicos más baratos. Sociedades científicas de Cirugía de la Obesidad y de las Enfermedades Metabólicas (SECO en España, ASMBS en Estados Unidos e IFSO en el mundo) avisaron de que ninguna de ellas avala el tratamiento con inyección de toxina botulínica en el estómago por vía endoscópia, que es la técnica que se realizó a los pacientes en Turquía. La SECO recuerda que las técnicas que no están avaladas sólo pueden ser realizadas en centros con experiencia y en el seno de ensayos clínicos controlados. Además, los estudios que se han realizado en el pasado para el tratamiento de la obesidad o sus comorbilidades con estas inyecciones endoscópicas "no han demostrado una pérdida de peso significativa y mantenida".

Por su parte, la Sociedad Española de Obesidad (Seedo), consideró que los casos desatados en Europa debían investigarse como mala praxis médica que pudo ser causa de las complicaciones presentadas por estos pacientes, como la calidad de la toxina usada, las dosis totales administradas, la localización de las inyecciones o la profundidad a nivel de la capa muscular en la que se realizan.