Proyectos becados

La Fundación FERO entrega 460.000 euros para potenciar la investigación del cáncer

Los proyectos becados de esta edición se centran en tumores rabdoides malignos, en el cáncer de mama metastático y en un tumor cerebral pediátrico

XXV Edicion de las Becas Fero.© Jesús G. Feria.
De izda., a dcha., los tres premiados Alexandra Avgustinova, Marta Alonso , Marcos Malumbres junto a Hanneke Derksen, Silvia Garriga, Andrés Cervantes y Blanca Muntadas-PrimJesus G. FeriaFotógrafos

La lucha contra el cáncer sigue siendo una de las labores fundamentales y prioritarias de la comunidad médica y científica. Por este motivo, la Fundación FERO ha dado a conocer esta noche el proyecto ganador de la XXV Beca FERO y del V Proyecto FERO-MANGO en cáncer de mama, al tiempo que se anunció el ganador de la II Beca doctor Baselga. Todas ellas enfocadas a financiar a nuevas y alentadoras líneas de investigación contra el cáncer.

En esta ocasión, se repartieron 460.000 euros entre los tres investigadores galardonados para ayudarles a llevar a cabo sus proyectos: 80.000 euros fueron para la Beca FERO y el Proyecto FERO respectivamente, y 300.000 euros para la II Beca doctor Baselga.

Los tres beneficiados de esta labor filantrópica de la Fundación FERO fueron la doctora Alexandra Avgustinova, del Institut de Recerca Sant Joan de Déu de Barcelona, el doctor Marcos Malumbres, del Vall d’Hebron Institut d’Oncologia, y a la doctora Marta Alonso, del CancerCenter Clínica Universidad de Navarra. Las becas de esta edición han estado dirigidas a proyectos que tienen la finalidad de tratar dos agresivos tumores pediátricos con escasas terapias hasta la fecha, así como el estudio de las resistencias en el cáncer de mama progresivo.

Así, Avgustinova, que recibió la XXV Beca FERO, se centrará en desarrollar un nuevo tratamiento para los tumores rabdoides malignos, uno de los cánceres pediátricos más agresivo, mientras que Malumbres, ganador del V Proyecto FERO-MANGO en Cáncer de Mama, buscará entender los mecanismos que subyacen en el desarrollo de resistencias al tratamiento con inhibidores de CDK4/6 en el cáncer de mama metastático. Por su parte, Alonso, a quien se entregó la II Beca doctor Baselga, buscará mejorar las terapias con virus oncolíticos en los gliomas difusos de la línea media, un tumor cerebral pediátrico con una esperanza de vida media inferior a los 14 meses tras el diagnóstico.

La entrega de las Becas Fero se llevó a cabo durante una cena benéfica, esponsorizada por Kettal, y celebrada en Madrid, en el Rosewood Villa Magna, a la que asistieron más de 350 personas. A la ceremonia de entrega, que fue conducida por Roberto Leal y liderada por la nueva presidenta de la Fundación FERO, Silvia Garriga, acompañada de las vicepresidentas Sol Daurella y Angie Miquel, acudieron destacadas personalidades del ámbito científico y social. «Es un gran placer ver cómo cada año nos llega una gran cantidad de propuestas para nuestras becas, todas ellas con un nivel muy alto, que muestra el gran valor que existe en el campo de la investigación en nuestro país. Para nosotros siempre es un orgullo poder aportar nuestra ayuda para lograr sacar adelante todos estos proyectos, con los que se busca mejorar el tratamiento del cáncer, una enfermedad que sigue siendo una de las principales causas de muerte en todo el mundo», comentó Silvia Garriga.

En esta edición, se han presentado 49 proyectos de investigación, de los cuales 24 se enfocaron a la Beca FERO, 10 para el Proyecto FERO-MANGO y 15 para la Beca doctor Baselga. A cargo de esta selección de proyectos se encuentra el jurado de las Convocatorias FERO, un grupo de 11 investigadores independientes de referencia en el ámbito de la oncología en España.

Este año, la XXV Beca FERO y el V Proyecto FERO-MANGO están dotados cada uno con 80.000 euros, para llevar a cabo su proyecto de investigación traslacional en el transcurso de dos años. Por su parte, la II Beca doctor Baelga está dotada con 300.000 euros. Esta en concreto, a diferencia de las otras ayudas FERO, con las que se busca promocionar el trabajo de jóvenes investigadores, se destina a investigadores con proyectos con un impacto a muy corto plazo en la clínica, y con ella se quiere homenajear la figura de este gran investigador del cáncer, fallecido en 2021.

Característica genómica

En el caso del proyecto de la doctora Avgustinova, su gran apuesta es la búsqueda de nuevas vías de tratamiento para los tumores rabdoides malignos (TRM). Lo que hace particularmente distintivos a estos tumores es una característica genómica: en más del 95% de los casos, se observa la pérdida bialélica de la subunidad SMARCB1 del complejo de remodelación de la cromatina SWI/SNF. Sorprendentemente, esta alteración en SMARCB1, junto con algunas en SMARCA4, son las únicas mutaciones recurrentes detectadas en estos tumores.

«A pesar de su aparente simplicidad genómica, los tratamientos actuales para los TRM, basados en quimioterapia y radioterapia, son inespecíficos e incluso mutagénicos. Esto significa que, mientras intentamos combatir el tumor, también podríamos estar proporcionando mutaciones que potencialmente le otorgan una mayor capacidad para adaptarse y resistir el tratamiento», detalla. Por eso, su trabajo incide en la necesidad urgente de desarrollar tratamientos más específicos y que no causen mutaciones adicionales.

En el caso del proyecto ganador del FERO-MANGO de Cáncer de Mama, su responsable, el doctor Malumbres, se ha marcado como objetivo hallar una forma de superar la resistencia a los tratamientos actuales en el cáncer de mama en progresión. El cáncer de mama avanzado con receptores de estrógenos (RE) positivos y HER2 negativo representa un desafío particular en la medicina oncológica.

A pesar de los avances en tratamientos, la resistencia a las terapias actuales es común en la enfermedad metastásica, complicando así el panorama para muchas pacientes. Entre las terapias más avanzadas para este tipo de cáncer, se encuentran los inhibidores de los reguladores del ciclo celular CDK4y CDK6, los cuales se han convertido en el tratamiento estándar, junto con la hormonoterapia, en estos tumores. «Estas dos moléculas son esenciales para la multiplicación de las células del cáncer de mama, por lo que bloquearlas parece una estrategia lógica. Sin embargo, la eficacia de estas terapias suele ser transitoria. Con el tiempo, las células tumorales desarrollan mecanismos para eludir estas intervenciones y continuar con su proliferación. En muchos casos, los mecanismos exactos detrás de esta resistencia son un misterio», confiesa el doctor becado.

Investigaciones recientes han identificado algunas de las alteraciones moleculares que podrían estar detrás de esta resistencia. Entre ellas, dice, es intrigante el hecho de que CDK6, una de las dianas de las terapias actuales, parece tener un papel inesperado en que los tumores vuelvan a crecer. Sin embargo, no se sabe cómo ocurre, de ahí su propuesta para investigar sobre este aspecto.

Un avance prometedor

Por su parte, el proyecto de la doctora Alonso se centra en el desarrollo del Delta-24-ACT, una versión mejorada del virus oncolítico que codifica el ligando 4-1BB, vital para la activación de células T. En pruebas realizadas con ratones, este derivado ha mostrado un impacto terapéutico más eficaz al inclinar la balanza nuevamente hacia el fenotipo proinflamatorio.

A pesar de estos avances, hay retos por superar, dice. Para abordar los mecanismos de inmunosupresión que a veces prevalecen, la propuesta es enriquecer Delta-24-ACT con transgenes adicionales. «Estos actuarían específicamente contra las vías inmunosupresoras más relevantes en este tipo de tumores. La meta es clara: un agente bioterapéutico capaz de vencer los obstáculos inmunológicos y ofrecer un beneficio terapéutico ampliado», concluyó la experta. Este enfoque combinado de viroinmunoterapia representa no solo una esperanza para los niños afectados por GDM, sino que podría extrapolarse a otros tumores cerebrales pediátricos.