Sanidad

Galicia, primera en financiar la vacuna del virus respiratorio sincitial (VRS)

La inmunización reducirá en un 80% tanto las asistencias médicas relacionadas con este virus como las hospitalizaciones

Consejo de Gobierno de la Xunta de Galicia
Consejo de Gobierno de la Xunta de GaliciaXunta de GaliciaEuropa Press

Los bebés gallegos serán los primeros del mundo en inmunizarse gratis contra el virus respiratorio sincitial (VRS) a partir de otoño, cuando la Xunta lo incluya en su calendario vacunal, en el que además ampliará la vacuna contra el rotavirus a los menores de 2 años.

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, indicó que la inmunización contra el virus sincitial reducirá en un 80% tanto las asistencias médicas relacionadas con este virus, que produce bronquiolitis y neumonías en los más pequeños, como las hospitalizaciones, informa Efe.

Con un coste de 5,1 millones de euros, Galicia se situará así como «líder en vacunación infantil no solo a nivel nacional y europeo, sino a nivel mundial», destacó.

El VRS en niños, que provoca entre 70 y 250 muertes anuales, se trata con un anticuerpo monoclonal que se administra al nacer y que protege durante 4-5 meses.

Dicho anticuerpo, nirsevimab, recibió hace unos meses luz verde de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) para la prevención de la infección del tracto respiratorio inferior causada por el VRS en recién nacidos y lactantes, y que Galicia será la primera en financiar.

Se trata de un «hito histórico», según celebró Federico Martinón, jefe del servicio de Pediatría del Hospital Clínico Universitario de Santiago en su cuenta de Twitter, en la que explicó que esta «vacuna pasiva» basada en anticuerpos monoclonales «contiene ya las defensas preformadas que el niño necesita y que bloquean al virus», a diferencia de las vacunas convencionales en las que el niño desarrolla defensas en respuesta a la vacunación.

En condiciones normales, ahondó Martinón, este virus provoca la hospitalización de uno de cada 50 lactantes a los que infecta en su primer año de vida y, además, un 56% de los pequeños acaba ingresando en intensivos, necesitando soporte respiratorio. Una vez pasada la infección, muchos de estos niños quedan con el pulmón «tocado», con un cuadro de «hiperreactividad bronquial persistente» y que condiciona durante meses o incluso años cualquier otra nueva infección.