
Mascotas
Los gatos domésticos impactan en la fauna silvestre
Un estudio de la Estación Biológica de Doñana (CSIC) indica que las consecuencias de este comportamiento en la Península Ibérica no son "menores", y que en algunos espacios naturales son "evidentes" esos efectos

Un estudio de la Estación Biológica de Doñana (CSIC), publicado en la revista "Ecological Solutions and Evidence", ha revelado que aunque la mayoría de los gatos domésticos apenas se alejan unos metros de sus casas, algunos pueden recorrer distancias de más de dos kilómetros, especialmente los más jóvenes y aquellos que viven cerca de entornos naturales.
Este estudio constituye el primer análisis sistemático realizado en la Península ibérica sobre la capacidad de los gatos domésticos de penetrar en hábitats naturales y de interactuar con especies de conservación prioritarias, como el gato montés, según señala CSIC-A, informa Ep.
"Aunque los gatos suelen permanecer cerca de los lugares donde residen o se les proporciona comida, el hecho de que los gatos domésticos recorran frecuentemente distancias superiores a 500 metros desde sus hogares implica un gran potencial de impacto sobre la fauna silvestre".
Las consecuencias de este comportamiento en la Península Ibérica no son "menores", y en algunos espacios naturales ya se han hecho "evidentes" sus efectos. Tanto en el Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada como en el Parque Natural Montañana Palentina se han documentado casos de encuentros frecuentes entre gatos domésticos y gatos monteses, los cuales ocurren a menos de 100 metros de casas habitadas y provocan que los felinos puedan competir por alimento e incluso hibridarse.
Para "suavizar" las posibles consecuencias ecológicas, el equipo considera "importante" controlar las salidas de los gatos domésticos al exterior. "El enfoque de conservación más eficaz consistiría en restringir la salida de los gatos domésticos más allá de los límites del hogar", ha afirmado el investigador de la Estación Biológica de Doñana-CSIC Francisco Palomares. También "sería de gran ayuda" promover campañas de educación que fomenten la tenencia responsable de estos felinos, animando a los propietarios a mantener a los gatos dentro de su hogar y supervisando el tiempo que pasan al aire libre.
Por otro lado, "adoptar estas prácticas podría reducir significativamente el impacto general de los gatos sobre el medio ambiente", ha indicado el investigador. A nivel normativo, podrían establecerse algunas medidas como la creación de zonas de exclusión o de amortiguamiento (buffer zones) alrededor de áreas protegidas o sensibles. Otra medida sería prohibir la alimentación de gatos al aire libre en estos espacios, impulsar programas de esterilización y establecer regulaciones locales sobre las mascotas de libre deambulación.
"Priorizar la aplicación de estas acciones en áreas con mayor valor natural, y durante los períodos biológicamente sensibles, podría mitigar sustancialmente el riesgo que los gatos domésticos representan para la fauna nativa", ha concluido Palomares.
Por último, CSIC-A ha resaltado que este proyecto se ha llevado a cabo con el permiso y la aprobación ética de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, el Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada, y la Dirección General de la Producción Agrícola y Ganadera de la Junta de Andalucía. Igualmente, la colaboración de los propietarios que ofrecieron sus gatos fue fundamental para hacer posible el estudio.
Para realizar el estudio, el equipo científico ha analizado los desplazamientos de 64 gatos domésticos, monitorizados con un sistema de seguimiento por GPS. Se han incluido tanto gatos con dueño como callejeros, de distintas edades y de ambos sexos en distintos ambientes. Francisco Palomares ha destacado que "la colaboración ciudadana ha sido fundamental. Las personas que prestaron a sus gatos para el seguimiento hicieron posible este estudio". En promedio, los gatos se localizaron a alrededor de 88 metros de su casa, y en el 42% de las ocasiones permanecían a menos de 50. No obstante, algunos individuos llegaron a rebasar el kilómetro y, en alguna ocasión, recorrieron incluso más de dos kilómetros.
Además, los gatos más jóvenes, los esterilizados y aquellos con propietarios, tenían áreas de campeo más grandes y recorrieron mayores distancias. Los resultados han revelado que factores como la edad, el entorno natural y la época del año condicionan el tamaño de las zonas de máxima actividad de los gatos, es decir, el área que usan con mayor frecuencia.
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