Cinco de las quince personas activistas de Greenpeace que participaron este jueves por la mañana en una acción pacífica en la puerta principal del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación fueron detenidas y trasladadas a dependencias policiales. Los activistas bloquearon con cajas vacías de alimentos la puerta principal del Ministerio para pedir una "transición alimentaria justa y sostenible".

Poco antes de las 11.00 horas, los activistas se encontraban a la espera de prestar declaración y de conocer los cargos que se les imputan, así como de saber si van a quedar en libertad o si pasarán a disposición judicial, según informó Greenpeace. La acción consistió en colocar 300 cajas vacías de alimentos en la entrada del Ministerio para pedir un "cambio urgente" en el sistema alimentario hacia otro más sostenible.

Durante la protesta, se desplegaron pancartas con mensajes como 'Con la comida no se juega. ¡Transición Alimentaria YA!'. La organización ecologista lleva años pidiendo el fin de las macrogranjas, la pesca industrial y las prácticas "nocivas" en la agricultura. En ese sentido, Greenpeace criticó al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas por permitir actividades que "destruyen el medioambiente y ponen en riesgo la seguridad alimentaria".

Además, la organización solicitó una reunión con Planas para proponerle una propuesta de 'Modelo -alimentario Sostenible' con medidas que deberían ser incluidas en una futura Ley de Agricultura Familiar.

Entre las medidas propuestas por Greenpeace se incluye la creación de un Fondo para la Transición Agroecológica, destinado a apoyar a la pequeña agricultura y ganadería vinculada al territorio; así como la necesidad de limitar el acceso y el acaparamiento de tierras y recursos hídricos por parte de grandes corporaciones y fondos de inversión.

La organización también plantea establecer la figura del extensionista agroecológico, un perfil técnico que sirva de apoyo a las explotaciones familiares para facilitar la gestión de ayudas públicas y acompañar la transición hacia modelos de producción más sostenibles.

Asimismo, se propone fomentar los canales cortos de comercialización, reduciendo la burocracia y los costes que actualmente dificultan que los pequeños agricultores puedan vender sus productos de forma directa en mercados locales.