Batalla campal

Un grupo de jóvenes invade a un agricultor para hacer una rave ilegal y acaban expulsados con tractores y excrementos

El asentamiento de más de 200 personas en el terreno rural acabó con una gran pelea, sin heridos, y la obligada actuación de la Policía

Imágenes de la batalla campal en el campo
Imágenes de la batalla campal en el campoActualité

Las raves ilegales se suceden varias veces al año, algunas con una gran afluencia. Las más conocidas son las de año nuevo, que siempre son noticia los primeros días de cada enero. No son las únicas y sus ubicaciones varían de forma casi aleatoria. A inicios del mes de mayo, la Guardia Civil identificó a 148 personas y ha controlado 216 vehículos en una fiesta rave en Aguaviva de la Vega. No hubo detenidos, pero los agentes realizaron 101 pruebas de alcoholemia con resultado negativo, dos de ellas positivas, 25 pruebas de droga negativas y 27 positivas, entre otras actuaciones.

Este tipo de fiestas se suelen realizar lejos del núcleo urbano, pero en ocasiones se invaden propiedades privadas de agricultores. Esto ha ocurrido en Francia, concretamente en La Canourgue, en el departamento de Lozère donde un grupo de alrededor de 200 jóvenes se asentó en unos terrenos de cultivo para instalar una fiesta ilegal a pocos metros de un antiguo aeródromo. Lo llamativo no es la rave, ni la afluencia de jóvenes a la misma sino la respuesta de los agricultores.

Esta fue la respuesta de los agricultores ante la rave

La reacción de los agricultores tras escuchar la música y ver la llegada masiva de vehículos no se hizo esperar y acudieron hasta el lugar, sin esperar ayuda policial, para desalojarlo. Bloquearon los accesos al lugar para evitar que siguieran llegando coches "vigilando para llamar a la Policía en caso de que alguno de ellos pase a pie o cerca", contaba una agricultora, y se plantaron en el corazón de la fiesta con todo tipo de maquinaria agrícola, destacando los tractores. La llegada de los tractores acabó provocando una batalla campal en mitad del campo.

Palos, árboles y hasta excrementos

Todo se desencadenó después de que uno de los tractores volcara una furgoneta de las personas de la rave. Esto provocó que los presentes quisieran entrar en la cabina para agredir al conductor, aumentando considerablemente la tensión, que no se quedó ahí. Los agricultores cogieron hasta árboles enteros con su maquinaria para intentar dispersar la fiesta. No fue el único elemento curioso para intentar lograrlo, ya que también vertieron purines, que son residuos orgánicos generados por los animales entre los que se incluyen excrementos, la orina, restos de comida y agua de lavado.

Los jóvenes respondieron con palos y barras de metal, lo que obligó a la gendarmería a actuar. Su actuación permitió disolver el enfrentamiento sin heridos pese a las llamativas imágenes que dejó. Las reacciones no se hicieron esperar y Hervé Bourdon, el presidente de los Jóvenes Agricultores de Lozère, mostró su apoyo a las fuerzas del orden y denunció la falta de respeto y las consecuencias que tienen este tipo de fiestas, que en esta ocasión acabó antes de tiempo por la actuación de los agricultores.

La tranquilidad volvió a esta zona agrícola del sur de Francia, pero con daños para los propietarios. Las fiestas ilegales pueden tener una serie de consecuencias que, a veces, ni valoran aquellos que acuden a las mismas para querer aislarse de la sociedad.