Derechos laborales
Las guardias “inhumanas” de los médicos por 18 euros la hora: llegan a hacer turnos de 24 horas trabajando
Una de las principales promesas del Gobierno de coalición PSOE-Sumar es la eliminación de las guardias médicas que suponen turnos de 24 horas.
Muchos estudiantes de Medicina piensan que aprobar el examen MIR pone fin a años de arduo estudio, sacrificios y preparación a sus espaldas. Nada más lejos de la realidad. Bien es cierto que esta nota les da el pase hacia el apasionante mundo profesional de la Medicina. De hecho, para muchos, este momento no solo representa el reconocimiento de sus habilidades académicas, sino también el comienzo de su contribución al sistema de salud. Sin embargo, con sus sueños y aspiraciones en la mano, estos nuevos médicos se preparan para enfrentar los auténticos desafíos y responsabilidades que les depara su carrera. Y uno de estos desafíos son las guardias médicas.
Muchos médicos tienen este desafío asumido como parte integral de su vocación y no llegan a plantearse, hasta que lo viven, las repercusiones que supone estar 24 horas trabajando casi ininterrumpidamente. Es el caso de Anhia Pujol, que desarrolla su tercer año de residencia en Atención Primaria. “Tenemos asumido que, si eres médico, al menos en la residencia, te vas a comer 24 horas seguidas de trabajo. Pero sí que es verdad que, cuando te enfrentas a ellas, te empiezas a plantear ciertas cosas”, comenta.
Estas guardias son obligatorias en casi todas las especialidades, excepto ciertos casos particulares y doctores mayores de 55 años que pueden elegir si hacerlas o no. La normativa contempla que hay que parar al menos 12 horas entre turnos, así como respetar un periodo de 36 horas ininterrumpidas fuera de centro sanitario cada semana.
En el caso de los MIR, según puso de manifiesto una reciente investigación elaborada por la Organización Médica Colegial (OMC) y presentada en enero de 2023, se vulneran los derechos laborales, especialmente como consecuencia de la sobrecarga derivada de las guardias.
Según se establece en normativa europea, un médico debería hacer como máximo entre 3,7 y cuatro guardias al mes. Sin embargo, en equipos pequeños se llegan a realizar siete u ocho jornadas de turno prolongado de manera mensual. El informe de la OMC calcula que el número de guardias realizadas por MIR contraviene la Directiva Europea del Trabajo. El estudio coloca a Neurocirugía como la disciplina que más abusa de los médicos durante su periodo de residencia. El sondeo ha revelado que en el 69 por ciento de los casos los facultativos en periodo de formación no han podido disfrutar del descanso diario obligatorio que se debe realizar tras una guardia. En el otro lado de la balanza, se encuentran los buenos datos que ha presentado el área de Pediatría y sus Áreas Específicas que respeta los descansos de prácticamente todos los médicos del MIR.
Desgaste mental constante
Atender emergencias y situaciones críticas durante prácticamente 24 horas pone a prueba la resistencia física y la agudeza mental de los profesionales. “Esto es una barbaridad si tenemos en cuenta que nuestro trabajo supone un desgaste mental constante porque, con cada paciente tenemos que hacer una serie de pasos, una serie de diagnósticos diferenciales. Y hay días que, son las 4 de la mañana, y estás fundido. Ya no sabes ni por dónde te da el aire y te entra una emergencia: un código ictus, un infarto… Ahí tienes que poner otra vez a funcionar a tus neuronas como si fueran las 3 de la tarde”, señala la médico residente.
Este cansancio o la falta de capacidad de reacción son consecuencias que sienten los médicos y que tienen implicaciones a nivel emocional: “Trabajas con el miedo a no ser capaz de ver el diagnóstico o a dar un tratamiento incorrecto. Puedes llegar a sentirte frustrado porque te ves inútil o te consideras mal médico”, lamenta la doctora. Este desgaste emocional ocurre durante la guardia, pero también en los momentos previos. “A muchos compañeros les genera ansiedad pensar que al día siguiente van a entrar a trabajar a las 8, harán su horario de 8 a 3 parando una hora para comer y continúan su trabajo para hacer 17 horas de guardia. Y esto se repite cinco o seis veces al mes”, señala.
Según el estudio ‘Bienestar físico y emocional del médico: el impacto de las Guardias Médicas’, realizado por Mutual Médica en 2022 con la participación de cerca de mil médicos españoles de 40 especialidades, la dureza a nivel emocional (23%); no estar respaldado para atender cualquier tipo de urgencia (16%), y no tener capacidad para atender de forma ágil a los pacientes (7%), son otras de las preocupaciones asociadas a las largas jornadas de trabajo de los profesionales. El informe desvela que el 61% de los facultativos hace una guardia a la semana, el 21% dos y el 13% que más de dos. Asimismo, 6 de cada 10 médicos realizan guardias de 24 horas, un 39% de 17 horas, y un 2% supera las 36 horas de trabajo continuado.
Y otra de las esferas en la que impactan estas guardias es en la personal. En muchos casos, ponen en riesgo el equilibrio entre vida laboral y personal, ya que el agotamiento resultante puede influir en la productividad y el rendimiento laboral durante los días subsiguientes.
¿Eliminar las guardias?
Las quejas sobre el actual sistema que rige estas jornadas maratonianas no cesan. Cada vez hay más sanitarios en pie de guerra pidiendo que se supriman o no se realicen más de las debidas al mes. Sin embargo, para algunos médicos representan una oportunidad para aumentar sus ingresos. Para muchos, una necesidad. Reconocen que, si no las realizaran, cobrarían la mitad del sueldo. Y es que, en España, el salario base del médico está muy por debajo de la media de los compañeros en Europa. Así lo denuncia Tomás Cobo, presidente de la Organización Médica Colegial. “El sueldo se complementa con cuestiones como las guardias de atención continuada, las cuales suponen entre 18 y 30 euros la hora, pero depende de la comunidad autónoma”, indica. Esta complementariedad lleva a muchos médicos a no poder prescindir de ellas cuando alcanzan los 55 años. “En algunos casos, suponen 1000 o 1500 euros al mes, de los cuales no puedes prescindir y tienes estás obligado a seguir trabajando para compensar tu salario”.
Anhia reconoce que la mitad de su sueldo es gracias a las guardias. Ella no pide que se supriman, pero sí que se coticen como pueden hacer otros colectivos. Esta es una de las principales demandas de los médicos. “Son bastante injustas. Tienen un porcentaje de retención de IRPF, pero no cotiza, por lo que esas horas de trabajo no me contabilizan para la jubilación”, denuncia la médica residente.
La gestión eficiente de las guardias, por lo tanto, necesita un equilibrio delicado entre la necesidad económica, la preservación del bienestar físico y mental de los profesionales de la salud y la responsabilidad de los médicos de prestar una atención continuada que existe desde hace siglos. “La atención continuada tiene que seguir existiendo. Es impensable que un cirujano cambie de turno a mitad de un procedimiento y deje a otro médico operar al paciente. Lo que hay que hacer es plantear bien los recursos existenciales y humanos que cada servicio debe tener para que exista el descanso y el reemplazo suficiente. Pero aquí la clave es el Consejo Interterritorial, que plantee un plan de armonización claro y de la mano de los profesionales médicos que seremos los que les deberemos de decir qué circunstancias, de qué manera y cómo se puede hacer todo mejor con un único objetivo que es la seguridad clínica de los pacientes”, concluye.
Tras 34 años de ejercicio recuerda que su generación hacía 120 horas de guardia a la semana “y los fines de semana que nos tocaba, empezábamos los viernes a la mañana y salíamos los lunes a las tres”. Las cosas han cambiado, pero no lo suficiente.
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