Alerta

Las hospitalizaciones por herpes zóster se disparan en España: síntomas y tratamiento de la enfermedad

Un estudio del Instituto Carlos III detecta un aumento de las personas ingresadas debido a las consecuencias de la infección

Aparición de ampollas debido a un herpes zoster
Aparición de ampollas debido a un herpes zosterLa Razón

El virus de la varicela zóster (VVZ) es un herpesvirus que causa dos enfermedades, en ambos casos prevenibles gracias a la vacunación. La primera de ellas, la varicela, suele producirse en la infancia, y existe una vacuna que se administra desde hace años en edad pediátrica. La segunda enfermedad es el herpes zóster, y surge porque el mismo virus que provocó la varicela se mantiene latente en el organismo, se reactiva y puede causar esta infección en la edad adulta.

El herpes zóster es una enfermedad muy prevalente, con mayor incidencia a partir de los 50 años y en mujeres, aumentando con la edad y, de manera considerable, con la presencia de inmunodepresión y ciertas condiciones de riesgo. Aunque presenta una baja mortalidad, las complicaciones que puede presentar, pueden ocasionar discapacidad y disminuir la calidad de vida.

La enfermedad se caracteriza por una erupción cutánea, con ampollas dolorosas en el tórax, el abdomen o el rostro. Dichas ampollas se convierten en costras en 7 a 10 días y desaparecen en 2 a 4 semanas. En algunos casos, la enfermedad puede complicarse con neuralgias prolongadas, la denominada Neuralgia Post-herpética (NPH), con encefalitis, neumonía, problemas auditivos y complicaciones oculares con pérdida temporal o permanente de visión.

La NPH es la complicación más frecuente y se produce hasta en el 30% de los casos. Este cuadro se caracteriza por un dolor de difícil manejo clínico, descripto en general como ardor o dolor punzante, constante o intermitente. La dolencia puede durar varios meses, e incluso en algunos casos puede llegar a ser incapacitante.

Investigadores del Centro Nacional de Epidemiología del ISCIII y del CIBER de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) han alertado sobre un aumento de las hospitalización por herpes zoster en España en los últimos 20 años. El equipo del ISCIII analizó los más de 65.000 casos de personas hospitalizadas en nuestro país por causa del herpes zóster entre 1998 y 2018, según la base de datos de altas hospitalarias del Sistema Nacional de Salud.

Los resultados del estudio, que se publicó recientemente en la revista Eurosurveillance, perteneciente al Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), demostraron que las hospitalizaciones por herpes zóster han aumentado en ese periodo de tiempo y que la vacunación en España está "bien alineada" con sus consecuencias clínicas, ya que se ha confirmado que los casos con mayor gravedad, en términos de mortalidad y reingreso hospitalario, corresponden con los grupos de población específica en los que la vacunación está recomendada.

Actualmente, la vacunación frente al herpes zoster en España está recomendada para colectivos de personas con debilitamiento del sistema inmunitario, concretamente las personas trasplantadas, las afectadas por el VIH y personas que reciben determinados fármacos para tratar enfermedades inflamatorias y cáncer. Además, dado el aumento de casos y los riesgos en personas mayores, este estudio sustenta la recomendación de vacunar a las personas mayores de 65 años, una decisión aprobada por la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud el año pasado, que ya está incluida en el calendario de vacunación para toda la vida y que ya se está llevando a cabo.

En este sentido, los autores de la investigación señalan que estos datos facilitarán la evaluación y orientación de las recomendaciones de vacunación en los próximos años. "Proporciona información relevante e innovadora sobre diversos aspectos clínicos del herpes zoster, y destacan que esta infección representa un problema de salud pública en España al que hay que dar prioridad, especialmente por su creciente incidencia, su relación con el envejecimiento y su especial gravedad en determinados grupos de riesgo".

Síntomas del herpes zóster

Los síntomas del herpes zóster suelen afectar solo una pequeña sección de un lado del cuerpo. Lo más habitual es que el sarpullido de la enfermedad se manifieste como una franja de ampollas que envuelve el lado izquierdo o derecho del torso. En ocasiones, esta erupción se produce alrededor de un ojo o en uno de los lados del cuello o la cara. El dolor suele ser el primer síntoma y para algunas personas, puede ser muy intenso. Según la ubicación del área adolorida, a veces puede confundirse con problemas del corazón, los pulmones o los riñones. No obstante, algunas personas con la enfermedad sienten dolor sin llegar a tener sarpullido. Entre los síntomas, se pueden incluir los siguientes:

  • Dolor, ardor u hormigueo.
  • Sensibilidad al tacto.
  • Sarpullido rojo que aparece unos días después del dolor.
  • Ampollas llenas de líquido que se abren y forman costras.
  • Picazón.

Algunas personas también presentan lo siguiente:

  • Fiebre.
  • Dolor de cabeza.
  • Sensibilidad a la luz.
  • Fatiga.

Cuándo debes consultar con un médico

Según apunta Clínica Mayo, debes consultar al con tu médico tan pronto como sea posible si sospechas que sufres herpes zóster, especialmente en las siguientes situaciones:

  • Tienes dolor y sarpullido cerca de un ojo. Si no se trata, esta infección puede derivar en daños permanentes en los ojos.
  • Tienes 50 años o más. La edad aumenta el riesgo de complicaciones.
  • Tú o alguien de tu familia tiene un sistema inmunitario debilitado. Esto puede deberse a cáncer, medicamentos o una enfermedad crónica.
  • El sarpullido es generalizado y doloroso.

Tratamiento

Iniciar el tratamiento con antivirales lo antes posible es muy importante en el herpes zóster, preferiblemente en las primeras 72 horas, por lo que es fundamental realizar un diagnóstico precoz. La única manera de prevenir esta enfermedad es mediante vacunación.