
Manifestación
Los médicos vuelven a movilizarse contra el Estatuto de Mónica García
Las principales organizaciones de facultativos de todo el país se echan hoy a la calle para evitar que el Ministerio les condene a ser mano de obra barata dentro del sistema sanitario.

Médicos de todo el país vuelven a recorrer las calles de Madrid hoy en una nueva movilización contra las propuestas del Ministerio de Sanidad incluidas en el borrador del nuevo Estatuto Marco. Según llevan meses denunciando, este texto perpetúa la precariedad laboral y no da respuesta al grave déficit de profesionales que sufre el sistema público de salud. Para visibilizar estas cuestiones y dejar constancia pública del rechazo unánime del colectivo al texto en cuestión, la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA) han convocado una manifestación que avanzará desde el Congreso de los Diputados y terminará frente a la sede ministerial.
A esta nueva jornada de protesta se han sumado todas las principales organizaciones representativas de la profesión médica. El Foro de la Profesión Médica, que agrupa a los 52 colegios de médicos de España; la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme), que reúne a 47 sociedades científicas; el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina y la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina han expresado su adhesión a la convocatoria, configurando un frente común sin precedentes que, según los convocantes, «demuestra que no falta nadie en la defensa de unas condiciones laborales dignas y de una sanidad pública sostenible».
El secretario general de CESM, Víctor Pedrera Carbonell, subraya que el objetivo de la manifestación «no es otro que reclamar al Ministerio de Sanidad, a Mónica García, una negociación directa con los médicos y la elaboración de una norma regulatoria propia que reconozca las particularidades del ejercicio profesional». «Pedimos un ámbito de negociación específico, el reconocimiento de las diferencias formativas y de responsabilidad del médico respecto a otros profesionales sanitarios, la equiparación en el cómputo y la retribución de las guardias y la eliminación de las incompatibilidades que impiden compaginar el trabajo público con el privado», explica. Y añade: «No pedimos privilegios. Pedimos justicia laboral y condiciones que permitan que los médicos quieran seguir trabajando en la sanidad pública española».
En esta misma línea se expresa María Inmaculada Cervera Pérez, presidenta de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) en la Comunidad Valenciana. «El Ministerio de Sanidad debe asegurar unas condiciones laborales que regulen de forma específica la profesión médica, contemplando la situación excepcional en el desarrollo de sus tareas y la escasez de profesionales que dificultan la cobertura sanitaria de la población. Las medidas deben ir orientadas a atraer talento y a fidelizar a los trabajadores que aseguren y afiancen el Sistema Nacional de Salud y que equiparen progresivamente las retribuciones y condiciones laborales a los países del entorno», sostiene. Y añade: «A la manifestación acudiré con esta convicción: el Sistema Nacional de Salud debe contar con los médicos y cubrir sus necesidades si quiere seguir siendo universal y gratuito».
Un estatuto propio hasta 2003
Hasta 2003, los médicos españoles contaban con un estatuto profesional propio que regulaba sus condiciones laborales de forma diferenciada del resto de trabajadores del sistema sanitario. Este marco les permitía negociar directamente con la Administración aspectos esenciales de su labor (las jornadas, las guardias o las retribuciones), a través de mesas de negociación específicas. Sin embargo, con la aprobación del Estatuto Marco del personal estatutario de los servicios de salud se unificaron todas las categorías profesionales bajo una misma norma, lo que, según los facultativos, supuso «un retroceso histórico» en sus derechos laborales.
Así lo explica Alberto Kramer, especialista en Medicina de Familia y Comunitaria que desempeña su labor en Urgencias. Detalla que los médicos representan apenas entre el 15 % y el 18 % del total del personal sanitario, lo que los deja en minoría dentro de los órganos de representación sindical, impidiéndoles influir en decisiones que afectan directa y concretamente a su trabajo.
«Un voto es un voto y, si solo somos el 15 % del conjunto, nuestras reivindicaciones difícilmente prosperan. Así se perpetúan situaciones injustas, como la llamada jornada complementaria, exclusiva prácticamente de los médicos españoles, que es ilimitada, obligatoria, no computa como tiempo trabajado, se paga por debajo de la jornada ordinaria y, además, no incluye los pluses de nocturnidad ni los descansos correspondientes», insiste.
Fuga de la sanidad pública
La presidenta de Semergen en la Comunidad Valenciana denuncia que en los últimos 25 años la actividad sanitaria ha aumentado de forma constante sin que los recursos humanos hayan crecido al mismo ritmo. «Esto ha provocado una sobrecarga asistencial insostenible, agravada tras la pandemia», asegura. Señala que esta presión ha relegado funciones esenciales de los médicos, como la formación de estudiantes y residentes, la formación continuada o la investigación, deteriorando la calidad asistencial. Además, advierte del grave impacto físico y mental de las jornadas de 24 horas y de la falta de apoyo de los servicios de prevención y riesgos laborales. Critica también que la Administración intente paliar el déficit de profesionales incorporando médicos sin la especialización exigida, en lugar de mejorar las condiciones laborales de los facultativos, lo que «empuja a muchos a emigrar o a optar por la medicina privada», generando agotamiento emocional y un aumento preocupante del síndrome de «burnout».
El doctor Kramer también lamenta lo que califica de «fuga masiva de profesionales al extranjero». «En países como Francia o Irlanda, las condiciones laborales son más justas», explica. Y hace hincapié en que esta situación provoca un incremento del «burnout» y de los problemas de salud derivados del exceso de horas trabajadas. «Estamos viendo más casos de insomnio, ansiedad, depresión, fibrilación auricular o insuficiencia cardíaca entre los médicos que hacen jornadas de 24 horas sin una compensación adecuada. Es un problema de salud laboral que nadie está abordando y que los servicios de prevención deberían estudiar de forma urgente», advierte.
A este respecto, Víctor Pedrera aporta un matiz clave. Asegura que el problema en el sistema sanitario español no radica en que «falten médicos» en términos absolutos, sino en que «faltan médicos que estén dispuestos a ejercer en las condiciones que ofrece el sistema sanitario público y que la ministra se niega a cambiar». En su análisis, Pedrera apunta a que las pésimas condiciones laborales, las jornadas extensas y la precariedad estructural son las razones que explican por qué, pese a que España ya forma especialistas, muchos optan por la medicina privada o por emigrar al extranjero.
Desde la CESM recuerdan a Mónica García, ministra de Sanidad, que «ella es anestesista y, por tanto, conoce perfectamente las condiciones en las que trabajamos. Sabe lo que es hacer guardias, sabe lo que significa atender a sesenta pacientes en una mañana y sabe lo que implica sostener un sistema sanitario cada vez más tensionado». Y lamenta: «Precisamente por ser compañera, resulta incomprensible que no dé un paso al frente para buscar una solución. Desde CESM le trasladamos que, si de verdad quiere mantener una sanidad pública fuerte, debe escuchar a los médicos y asumir que el problema estructural de nuestro sistema pasa necesariamente por mejorar sus condiciones laborales».
El Comité de Huelga señala que mantiene su disposición para abordar las reivindicaciones del colectivo en una mesa de negociación con Sanidad. Como ya hiciera tras el encuentro del pasado 1 de octubre, reclama la fijación de un calendario de trabajo verificable y con propuestas reales que evite nuevas escaladas en el conflicto actual. Consideran que «la gravedad del momento exige altura política y compromiso firme».
Huelga indefinida en diciembre
La marcha del 15 de noviembre es la tercera de una campaña de concentraciones y manifestaciones que la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA) mantienen contra el borrador del nuevo Estatuto Marco que prepara el Ministerio de Sanidad.
Atendiendo a las demandas de médicos y facultativos después de los dos paros nacionales del 13 de junio y el 3 de octubre, el Comité de Huelga ha decidido convocar, en el contexto de la huelga indefinida actualmente en marcha, un nuevo paro al que están llamados todos los médicos y facultativos del Sistema Nacional de Salud. En esta ocasión tendrá lugar los días 9, 10, 11 y 12 de diciembre de manera continuada.
Estas acciones han sido acordadas por ambas organizaciones después de haber enviado una nueva carta a la ministra de Sanidad en la que reclaman una reunión efectiva y directa que permita avanzar en una posible solución consensuada al conflicto ante los escasos avances que se han producido en los últimos meses y la falta de compromiso por parte de los representantes ministeriales.
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