Cambios climáticos

«Dentro de poco no habrá glaciares en los Pirineos»

Entrevista con Jerónimo López-Martínez, miembro del Comité Científico español para la Investigación Antártica

Glaciar de La Maladeta, uno de las zonas de hielo permanente del Pirineo que más ha sufrido el calentamiento / Wikipedia
Glaciar de La Maladeta, uno de las zonas de hielo permanente del Pirineo que más ha sufrido el calentamiento / Wikipedialarazon

Hacen falta más medidas para afrontar la gravedad del calentamiento global y prestar más atención a la investigación de lo que está pasando y pueda ocurrir en la Antártida y en el Ártico, asegura el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), Jerónimo López-Martínez.

Así lo considera López-Martínez, también miembro del Comité Científico español para la Investigación Antártica (SCAR, por sus siglas en inglés) en una entrevista con Efe en el marco de la celebración desde el miércoles en Madrid del IX Simposio de Estudios Polares.

El profesor de Geodinámica de la UAM manifiesta que es necesario fomentar la investigación con una «mirada hacia los polos, que necesariamente tiene que ser internacional, porque aporta conocimientos del lugar y en relación al calentamiento global».

El simposio reúne fundamentalmente a la comunidad española, aunque intervendrán como invitados internacionales la directora del British Antartic Survey, Jane Francis, y los investigadores del Alfred Wegener Institute (AWI) de Alemania, Karsten Gohl, y Julian Gutt.

López-Martínez sostiene que la situación de deshielo por el calentamiento global «no se produce al mismo ritmo en los polos o en los glaciares», aunque no por ello deja de ser una situación preocupante.

«A todos los glaciares les afecta el calentamiento, pero no en la misma medida, los más pequeños son más sensibles, como sucede en los Pirineos españoles, donde hay pocos y en unos años van a desaparecer», asegura el profesor que ha efectuado una treintena de expediciones a las principales cordilleras de la Tierra.

Los grandes glaciares, con un grosor mayor en la capa de hielo, «van a una inercia más lenta», pero la diferencia entre el Ártico y la Antártida, es que el norte «está perdiendo más superficie de mar helado en las últimas décadas», sostiene el experto quien participa desde 1989 en investigaciones geológicas en la Antártida.

En la Antártida, «hay sectores donde preocupa mucho fusión de áreas glaciares, sobre todo en la zona occidental», que podría ser un «aporte importante» a la subida del nivel del agua en el océano en las próximas décadas, según López-Martínez.

El Ártico se está viendo «muy afectado por la fusión y reducción del mar helado», asevera y añade con importantísimas consecuencias porque «se reduce la reflexión de la radiación solar que recibe la tierra, en cambio se absorbe ese calor y afecta a la corrientes marinas, efectos que se van extendiendo».

En zonas terrestres «estos efectos no son tan visibles», pero sí sus consecuencias porque «la fusión del permafrost (subsuelo helado) está produciendo encharcamientos, actividad bacteriana con la posible propagación de enfermedades que estaban congeladas y la liberación de gases que contribuyen al efecto invernadero, un proceso que se retroalimenta produciendo más calentamiento», señala el científico e investigador que ha visitado el Ártico en varias ocasiones.

Es una situación que «hay que tener en cuenta», sostiene, porque, además, las previsiones de los informes que cada siete años presenta el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) «se ven superadas hacia el calentamiento con respecto a las espectativas que estaban previstas».

Por ello, López-Martínez considera necesario destinar más fondos a la investigación en estos lugares, porque aporta conocimientos del propio sitio, pero también por «las interconexiones en aspectos que a lo mejor no se habían valorado en escenarios anteriores.

El catedrático e investigador incide en la necesidad de que en España se preste más atención a la financiación de la ciencia y la investigación en general, que esté ajena a los vaivenes de los cambios de gobierno, y no solo se incrementen los fondos sino de establecer sistemas, procedimientos y funcionamientos coordinados de una manera estable. EFE