Sierra Nevada

Sierra Nevada (pero cada vez menos)

Investigadores de las Universidades de Granada y Córdoba, en el Instituto Interuniversitario de Investigación del Sistema Tierra en Andalucía, han determinado en un estudio que la extensión de la nieve en Sierra Nevada ha descendido en los últimos 55 años, según ha informado la institución académica, informa Efe.

Esta sierra constituye un enclave único y privilegiado desde el punto de vista de la biodiversidad, debido al elevado número de endemismos en fauna y flora, una cualidad que le ha valido la máxima protección ambiental que la ley permite, de modo que Sierra Nevada es además Reserva de la Biosfera, Parque Natural y Parque Nacional.

Entre las cualidades que distinguen al macizo están sus condiciones climáticas alpinas y sus elevados grados de insolación, que condicionan los balances de masa de agua y energía sobre la zona y hacen que la distribución de la nieve sea el principal factor condicionante de la hidrología local a corto, medio y largo plazo y, por tanto, de ella dependan buena parte de los ecosistemas.

La necesidad de profundizar en el estudio de esa influencia ha llevado a la Fundación Biodiversidad a apoyar un proyecto de investigación del Grupo de Dinámica Fluvial e Hidrología del Instituto Interuniversitario de Investigación del Sistema Tierra en Andalucía, en el que participan las Universidades de Granada y Córdoba.

El proyecto ha analizado los efectos del calentamiento global en Sierra Nevada con el objetivo de programar acciones de adaptación y mitigación a estos cambios.

En los resultados presentados, el equipo científico ha conseguido actualizar la información y registros que se poseían sobre las tendencias en el comportamiento de la nieve, el régimen de humedad en el suelo y el caudal en ciertos puntos de los principales ríos de la sierra.

Del mismo modo se han identificado zonas más vulnerables a posibles cambios y su afección en el entorno y se han evaluado dos de los escenarios futuros propuestos en el quinto informe del panel intergubernamental de cambio climático (AR5-IPCC), basados en la evolución de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Para ello se han utilizado las predicciones de estaciones meteorológicas seleccionadas en el periodo de referencia (1960-2000) y en el periodo futuro (2006-2100).

La combinación del análisis de las tendencias de los últimos 55 años ha mostrado un decrecimiento en la extensión y persistencia de la nieve, de modo que cada año hay un 0,08 % menos de nieve y ésta aguanta 0,3 días menos al año.

Lo que no parece variar, al menos no de una forma estadísticamente significativa, son las precipitaciones.

Los últimos 15 años analizados modifican las tendencias observadas hasta finales de siglo y se muestra una mayor variabilidad en la precipitación de estos años, lo que hace que la nieve no perdure ni se extienda de la misma forma que entonces.

En su informe a la Fundación Biodiversidad, el equipo de investigadores subraya la necesidad de mantener el estudio de la zona con objeto de seguir disponiendo de largas series de datos para conocer la evolución de la cubierta de nieve.

El estudio ha permitido analizar además los efectos del cambio global sobre una acequia en la zona, ya que se ha observado una reducción en el número de días en los que se encuentra completamente llena, lo cual se traduce en un retraso en el comienzo del llenado y un adelanto del periodo en el que la acequia comienza a secarse.

EFE