Familia

Las tres palabras que más hieren la autoestima de los niños

Galinsky, sociólogo y profesor en Columbia, advierte sobre una frase muy común que puede dañar profundamente a los niños

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El 75 % de los niños que se comen las uñas dejan de hacerlo antes de los 35 añosURGO

Cuando los más pequeños están presentes, es crucial ser cautelosos con lo que decimos y hacemos. Como es bien sabido, los niños son "esponjas" que absorben todo tipo de información, incluida aquella que puede herirles profundamente y marcarles de por vida. Entre todo lo que se puede decir o hacer, hay cuatro palabras que más hieren su autoestima y ponen en riesgo su éxito en el futuro.

Cómo nuestras palabras moldean el futuro de los niños

Las familias, desean que sus hijos sean felices, exitosos y emocionalmente estables. Sin embargo, a menudo no somos conscientes del impacto que nuestras palabras pueden tener en su desarrollo. Adam Galinsky, sociólogo y profesor en Columbia, advierte sobre una frase común que puede dañar profundamente a los niños: "Me has decepcionado".

Usada con buenas intenciones o en tono jocoso, esta expresión puede tener consecuencias emocionales duraderas.

La vergüenza: una emoción que paraliza

Galinsky explica que frases como esta provocan vergüenza, una emoción que desestabiliza a los niños. En lugar de reflexionar sobre sus errores y aprender de ellos, la vergüenza los lleva a evitar enfrentar sus fallos. Esto bloquea su desarrollo emocional, limita su pensamiento crítico y afecta negativamente su confianza.

Por el contrario, Galinsky destaca la diferencia entre vergüenza y culpa: mientras que la vergüenza paraliza, la culpa motiva. La culpa permite a los niños identificar sus errores y buscar soluciones, una habilidad esencial para el crecimiento personal.

Estrategias para motivar sin herir

En lugar de recurrir a expresiones que generan vergüenza, Galinsky sugiere alternativas que construyan confianza y motiven a los niños a mejorar. Por ejemplo, sustituir "me has decepcionado" por "¿qué podemos hacer para que puedas hacerlo mejor la próxima vez?"

Este enfoque fomenta un ambiente de colaboración, donde los errores son vistos como oportunidades de aprendizaje, no como fracasos irreparables.

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Esta es la multa que te pueden poner por aparcar en doble fila al llevar los niños al colegioistock

La clave está en la empatía

El lenguaje positivo ayuda a desarrollar habilidades como el pensamiento crítico, la organización y la resiliencia. Cambiar el enfoque de la crítica a la cooperación crea un entorno en el que los niños se sienten apoyados y valorados.

Ser padres no solo implica corregir errores, sino guiar con empatía y motivación. Elegir cuidadosamente las palabras es una herramienta poderosa para construir una base sólida en el desarrollo emocional y académico de los hijos.

Las palabras que eliges tienen un impacto profundo en el futuro de tus hijos. Expresiones negativas pueden dañar su autoestima, mientras que un enfoque positivo y colaborativo puede guiarlos hacia un camino de confianza, resiliencia y éxito.