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La planta que debes plantar en verano: perfuma toda la casa y ahuyenta a los mosquitos

Un solo tiesto puede transformar el ambiente de tu hogar: más frescor, menos insectos y una aliada imprescindible en la cocina

La planta que debes plantar en verano: perfuma toda la casa y ahuyenta a los mosquitos Freepik

El verano tiene muchas cosas buenas: días más largos, temperaturas agradables, comidas al aire libre… pero también trae consigo unos invitados poco deseados: los mosquitos. En lugar de recurrir a soluciones químicas o difusores artificiales, hay una opción natural, decorativa y versátil que cada vez gana más adeptos.

La albahaca que protagoniza platos como el pesto o que adorna ensaladas con su sabor fresco y ligeramente picante, también actúa como un eficaz repelente natural. Su intenso aroma aporta un perfume vegetal y limpio a cualquier estancia que ahuyenta a los mosquitos de forma eficaz gracias a los aceites esenciales que libera al ambiente.

La planta que actúa como enemigo natural de los insectos

Las hojas de la albahaca contienen compuestos volátiles como el eugenol, el limoneno y el estragol, conocidos por su capacidad para repeler insectos, especialmente los mosquitos. Estos compuestos están presentes de forma natural en la planta y se liberan al manipular sus hojas o cuando el calor del verano intensifica su fragancia. Por eso, colocar una maceta de albahaca cerca de ventanas, terrazas o entradas es una forma sencilla y ecológica de mantener alejados a estos insectos sin recurrir a aerosoles ni aparatos eléctricos.

El efecto es más notable si se agrupan varias macetas en los puntos clave de la casa: la cocina, el alféizar de las ventanas, o incluso en dormitorios si se ventilan por la noche. Además de perfumar el entorno, la planta actúa como una barrera natural contra los insectos.

Cómo cultivar la albahaca

Una de las grandes ventajas de la albahaca es su facilidad de cultivo. Es una planta ideal incluso para quienes no tienen experiencia previa con la jardinería. Únicamente necesita una exposición a la luz directa (mínimo 6 horas al día), un riego moderado (evitando el exceso de agua en la base) y un sustrato suelto, bien aireado.

También conviene podarla regularmente para estimular un crecimiento más frondoso y evitar que florezca demasiado pronto, ya que tras la floración la planta tiende a debilitarse. Si se siguen estos cuidados mínimos, la albahaca se mantendrá vigorosa y aromática durante todo el verano, e incluso hasta bien entrado el otoño si el clima es suave.

Además, se puede cultivar tanto en macetas pequeñas para interiores como en jardineras de balcón o terraza, e incluso en huertos urbanos. Y si se desea prolongar su vida útil más allá de los meses cálidos, se puede cortar y congelar en cubitos de agua o aceite para usos culinarios durante el resto del año.

Albahaca istock

Más allá de sus propiedades aromáticas y repelentes, la albahaca es una joya en la cocina. Añadir hojas frescas a platos de pasta, ensaladas, pizzas o incluso infusiones aporta un toque vibrante, muy valorado en la dieta mediterránea. Es rica en antioxidantes y tiene efectos digestivos y antiinflamatorios, según diversos estudios de fitoterapia.

Desde el punto de vista ecológico, es también una alternativa ideal para quienes buscan reducir su huella ambiental. Frente a los productos comerciales llenos de químicos y envoltorios de un solo uso, la albahaca es una opción sostenible, renovable y económica. Basta una semilla y un poco de cuidado para disfrutar de sus beneficios durante meses.

Decora, perfuma, protege y alimenta. No requiere grandes espacios ni conocimientos, sólo un poco de dedicación. Y si se combina con otras plantas repelentes como la citronela, la lavanda o la menta, se puede crear un pequeño ecosistema anti-mosquitos eficaz y saludable. Así que, si estás buscando una forma sencilla de mejorar el ambiente de tu casa este verano, la solución puede estar en una planta que a priori parece más intrascendente de lo que realmente se puede convertir.