¿Por qué son festivos el 6 y 8 de diciembre en España?

Le preguntemos a quien le preguntemos, nos dirá que nuestra Constitución es una obra imperfecta. Y puede que tenga razón. Sin embargo, algo que también es indiscutible es que, a pesar de sus posibles fallos, nuestra Constitución marcó un giro radical y transformador en la historia de nuestro país, estableciéndonos como una democracia parlamentaria homologable a las del resto de democracias en nuestro entorno (también muy imperfectas, por otra parte).

Este hecho es especialmente relevante estos días, cuando estamos a tan solo unas horas del miércoles 6 de diciembre del año 2023, cuando los españoles conmemoraremos el Día de la Constitución. Lo celebraremos en esta fecha, porque fue precisamente el 6 de diciembre del año 1978 cuando se celebró el referéndum con el que los españoles dieron el visto bueno a la norma que regiría, a partir de entonces, la organización y funcionamiento de las instituciones públicas, así como los límites a los que estas tendrían que circunscribir su actividad.

O sea, que es un día que conmemoramos no solo por su importancia histórica sino también por su significado actual y futuro, ya que es un recordatorio de los principios democráticos que deberían regir nuestra sociedad, así como de los esfuerzos constantes que los ciudadanos debemos hacer para mantener la integridad de nuestra democracia frente a aquellos que pretenden menoscabarla.

Dos festivos nacionales

La celebración del Día de la Constitución el 6 de diciembre de 1979, apenas un año después del referéndum constitucional, pudo haber parecido algo prematura y excéntrica. Por eso, no fue hasta cinco años después, ya en 1983, cuando se hizo posible mirar a aquel hito con la perspectiva necesaria para reconocer la importancia histórica de aquel día de diciembre de 1978. Por lo tanto, el Real Decreto 2964/1983 del Gobierno de Felipe González marcó esa fecha en el calendario como un día festivo nacional.

Posiblemente, al decretar este día festivo, se pretendía empujar a los españoles a reflexionar sobre el papel que la Carta Magna jugaría en el futuro de España y de los españoles. No obstante, año tras año y desde su primera celebración, para una gran parte de la población, el Día de la Constitución ha significado una cosa y solo una cosa: puente.

El Día de la Constitución siempre coincide con otra festividad nacional: el Día de la Inmaculada Concepción, que se celebra el 8 de diciembre. Ambos días son festivos nacionales, por lo que todas las comunidades autónomas disfrutan de estos días de descanso. La mayoría de los ciudadanos aprovecha estos días para decorar el Belén y el árbol de Navidad o para hacer las compras navideñas.

No obstante, para aquellos trabajadores más afortunados que aún tengan a su disposición uno o dos días de asueto, tienen la maravillosa oportunidad de construir un puente aún más largo y aprovecharlo para planificar una pequeña escapada a algún rincón pintoresco del país; dándoles la oportunidad de disfrutar de un merecido y necesario reposo antes de que comiencen las Fiestas. Así, pueden regresar con las baterías recargadas y con una actitud positiva para afrontar los siguientes desafíos.