
Arácnidos
¿Sabes por qué en algunas casas hay más arañas que en otras?
Esto es todo lo que los arácnidos dicen de la estructura de tu hogar

Puede que no las veas todos los días, pero están ahí. Entre las cortinas, detrás de los muebles, bajo el fregadero o en la esquina del techo donde casi nadie mira. Las arañas no llegan a tu casa por casualidad, la eligen. Y lo hacen por razones muy concretas que tienen que ver con el tipo de vivienda, el entorno, e incluso tus hábitos de limpieza. A diferencia de muchas otras criaturas que simplemente pasan por allí, las arañas se instalan porque encuentran justo lo que necesitan para vivir.
Lo curioso es que mientras unas casas parecen inmunes a su presencia, otras se convierten en auténticos microecosistemas repletos de telarañas. ¿Qué factores explican esa diferencia? ¿Qué condiciones hacen que una vivienda sea especialmente atractiva para estos arácnidos? Comprender qué las atrae y por qué se quedan no solo sirve para evitar encuentros inesperados, sino también para valorar el papel que juegan dentro del equilibrio natural de nuestros hogares.
¿Qué arañas son frecuentes en interiores?
Aunque existen más de 50.000 especies de arañas conocidas en el mundo, solo unas pocas se han adaptado bien a convivir con los humanos. Entre las más habituales en interiores destacan:
- Tegenaria domestica, también llamada araña doméstica común. Teje grandes telarañas en forma de embudo en rincones oscuros, sótanos o áticos.
- Pholcus phalangioides, conocida como araña de patas largas o “del sótano”. Es muy delgada, con patas desproporcionadamente largas, y suele instalarse en esquinas altas.
- Steatoda grossa, una araña oscura y robusta que suele encontrarse en garajes o trasteros. Aunque a veces se confunde con la peligrosa viuda negra, es inofensiva para los humanos.

Estas especies prefieren lugares tranquilos y oscuros. Su presencia suele aumentar durante el otoño, cuando los machos adultos se desplazan para buscar pareja, haciéndose más visibles en el interior de las viviendas.
¿Qué buscan las arañas en una casa?
Las arañas no se cuelan al azar. Llegan porque en tu casa encuentran lo que necesitan: alimento, refugio y condiciones estables. Estos son los factores que más influyen:
- Disponibilidad de alimento: si hay insectos como mosquitos, moscas, polillas o cucarachas, las arañas encontrarán una razón para quedarse. Son depredadoras eficientes y silenciosas.
- Refugios accesibles: grietas en las paredes, huecos tras muebles o esquinas poco limpias son escondites ideales.
- Ambientes húmedos: los baños mal ventilados, sótanos o cocinas con filtraciones crean microclimas perfectos para muchas especies.
- Estabilidad térmica: las casas con temperaturas constantes ofrecen un refugio seguro, sobre todo en estaciones frías.
Además, si no se limpian regularmente los rincones altos o detrás de muebles, las telarañas pueden acumularse, lo que no solo indica su presencia, sino que facilita su reproducción.
El entorno también influye
El entorno de la vivienda también es clave. Las casas rodeadas de jardines, parques o vegetación densa suelen tener más insectos alrededor, lo que favorece la presencia de arañas. Otros factores a tener en cuenta:
- Ventanas sin protección: sin mosquiteras, las arañas (o sus presas) pueden entrar fácilmente.
- Iluminación exterior: las luces atraen insectos por la noche, lo que convierte tu fachada en un festín para depredadores.
- Ubicación geográfica: en regiones húmedas o cálidas, los insectos están activos todo el año, por lo que la presencia de arañas suele ser constante.
Paradójicamente, un jardín bien cuidado puede reducir la presencia de arañas dentro de casa, ya que les ofrece buenos refugios en el exterior y menos motivos para entrar.
¿Son perjudiciales o beneficiosas?
Pese a su mala fama, la mayoría de las arañas que encontramos en casa son inofensivas para los humanos. No pican si no se sienten amenazadas, no transmiten enfermedades y no contaminan alimentos ni provocan daños materiales. En cambio, sí aportan beneficios claros:
- Control de plagas: una sola araña puede devorar varios cientos de insectos al año.
- Reducción del uso de insecticidas: al alimentarse de otros insectos, las arañas reducen la necesidad de recurrir a productos químicos.
Su presencia, en definitiva, es una forma natural de mantener el equilibrio ecológico dentro del hogar.
Cómo limitar su presencia sin dañarlas
Si convivir con arañas no es lo tuyo, existen formas naturales y no agresivas de mantenerlas lejos:
- Limpieza constante: aspirar telarañas, mover muebles, ventilar espacios húmedos y evitar la acumulación de objetos.
- Sellar accesos: cerrar grietas en paredes, zócalos y marcos de puertas y ventanas.
- Aceites esenciales: aplicar aromas de menta, lavanda o eucalipto puede actuar como repelente natural.
- Iluminación inteligente: reducir la luz exterior por la noche limita la llegada de insectos.
- Plantas repelentes: cultivar citronela, albahaca o menta en el exterior puede ayudar a alejar tanto insectos como arácnidos.
Algunos métodos tradicionales, como colocar castañas en las esquinas o usar vinagre blanco diluido, también se usan como disuasivos, aunque su eficacia no está completamente demostrada.
Entender para decidir
Las arañas no son enemigos ni plagas. Son habitantes discretos que, en muchos casos, solo se hacen notar cuando están cumpliendo su función, la de cazar insectos no deseados. Su número dentro de una casa depende de múltiples factores, desde el entorno y el diseño hasta la limpieza o la humedad.
Comprender qué las atrae y por qué eligen un hogar sobre otro permite tomar decisiones más informadas. Puedes optar por aceptar su presencia como parte del ecosistema doméstico o aplicar estrategias respetuosas para limitar su número. En cualquier caso, su mera aparición no es un síntoma de suciedad, sino de equilibrio natural.
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