Doble crimen en Cuenca

Se buscan pruebas debajo de la alfombrilla

La Razón
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El coche con el que Sergio Morate huyó de España puede albergar un importante abanico de pruebas que den un impulso a la investigación del caso, siempre y cuando el joven conquense sea culpable de los asesinatos que se le imputan. Pese a estar custodiado en un espacio abierto y haber recorrido casi 3.000 kilómetros en uno de los últimos viajes, el dibujo de los neumáticos o los bajos del vehículo aún pueden esconder restos del terreno de la zona próxima al río Huécar donde se encontraron los cuerpos. Además, las rodaduras podrían confirmar la utilización del coche al compararse con las que se pudieran tomar en la escena del crimen. En ese caso, las principales pistas que podrían encontrarse serían los restos biológicos de las víctimas tales como sangre, orina, cabello o uña. Estas pruebas, como también ocurre con las fibras de la ropa, suelen depositarse sobre las superficies durante la fricción provocada por el arrastramiento de los cuerpos. Asimismo, una de las claves puede residir en la alfombrilla del asiento del piloto –o el espacio de debajo de ésta, si se hubiera quitado– ya que no resultaría extraño encontrar restos de cal, en la que fueron encontrados los cadáveres, debido al trabajo de enterramiento realizado.

Además, la presencia de semen sobre la tapicería podría ser evidencia de una posible agresión sexual antes de los asesinatos. Finalmente, los compartimentos también serán revisados con el fin de encontrar cualquier objeto utilizado durante los crímenes.