
Vivienda
Sufre una fractura de mandíbula y pierde el 50% de audición tras la agresión de un okupa: "Nunca había tenido ningún problema"
El agredido vive en un bloque en el que están okupadas el 58% de las viviendas. La alcaldesa alerta: "Los están amenazando de muerte"

La okupación se está convirtiendo en un problema que no solo afecta a los propietarios, que son los más afectados. Ellos se quedan sin poder disfrutar del inmueble que han pagado y también sufren el perjuicio a nivel económico, pero no acaba todo ahí. Tanto los propietarios como los vecinos se ven afectados a nivel de convivencia, aumentando la inseguridad. Se están repitiendo actos vandálicos y, algo todavía más preocupante, agresiones físicas en los edificios con viviendas okupadas.
Estos actos violentos a veces tienen lugar cuando el propietario o algún vecino realiza alguna acción que les afecta a su vida diaria como el corte de suministros. Sin embargo, en otras ocasiones es por una falsa creencia o simplemente por estar en el lugar y momento incorrecto. La última agresión, revelada por 'Levante-EMD', ha tenido lugar en un edificio de lujo okupado de forma masiva en la localidad de Carcaixent y ha provocado que tenga que personarse la alcaldesa.
Las consecuencias de una brutal agresión: una mandíbula rota y pérdida de audición
La Guardia Civil, la Policía Local y los técnicos de la empresa suministradora cortaron los enganches ilegales al recibir un aviso de alguno de los vecinos. Los okupas creyeron que Ferrando, uno de ellos, fue el que realizó el aviso y las consecuencias para él fueron fatales. Tras los cortes, los vecinos llamaron a su puerta y le sorprendieron con una brutal agresión que le rompió la mandíbula y le perforaron un tímpano: "Los médicos no saben si recuperaré la audición al completo. Me han dicho que tengo que estar un mes sin comer y sin hacer deporte, estoy de baja", afirma.
Ferrando confiesa que se vio totalmente sorprendido: "Abrí la puerta y saludé a mi vecino porque, a pesar de su situación irregular, nunca había tenido ningún problema con él. Yo estaba medio dormido y él, de repente, me agredió mientras me repetía ‘has sido tú’". Las declaraciones al mencionado medio muestran la peligrosidad de la situación: "Podrían haber ido a por cualquiera de los dueños o inquilinos legales de las fincas, pero me pillaron a mí".
Obligado a mudarse
El agredido tiene hijos y ha decidido marcharse: "No voy a meterlos en esta casa. Yo me quedaría a vivir aquí, pero estoy buscando otro piso por mis hijos". Además, cree que cuando logre encontrar otro va a poder hacerlo: "Tengo un contrato de alquiler para diez años aquí, pero por suerte mi arrendador es amigo mío y me ha dicho que, si me voy a otro piso, no me va a hacer pagar mientras no se pueda vivir aquí". Mientras tanto, está a la espera de juicio: "Se puede prolongar hasta dos años o más".
Un edificio okupado de forma masiva
El medio valenciano revela que de las 48 viviendas que hay en total en el edificio, 28 están okupadas ilegalmente, es decir, el 58,3 %. Lo que se promocionaba como pisos de lujo pasó a ser propiedad de la Sareb y ha terminado en okupación masiva. La alcaldesa de la localidad, Carolina Almiñana, revela la difícil situación para los residentes legales: "Los están amenazando de muerte. Frenaron el intento de okupación de una vivienda y, como consecuencia, los amenazaron de muerte, incluso a una madre y a sus hijos menores de edad".
Problemas de salud y más gastos
El propio agredido explica cómo afecta a todo el vecindario más allá de la violencia física: "Si viene la empresa de limpieza a limpiar la escalera, al día siguiente vuelve a estar sucia. Destrozan elementos comunes como el ascensor o la puerta de la calle y dejan mucha suciedad en la escalera, y esto genera derramas de comunidad que tengo que pagar". Estas declaraciones están en líneas con las de la edil, que referencia la situación de forma clara: "Un problema ya no solo de convivencia, sino de salud: hay suciedad y animales sueltos por allí".
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