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La misión perfecta de Albert Einstein

El ATV-4
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El cuarto Vehículo Automatizado de Transferencia de la ESA, el ATV Albert Einstein, ha puesto fin a su exitosa misión de servicio a la Estación Espacial Internacional, desintegrándose de forma segura durante su reentrada en la atmósfera terrestre sobre una zona deshabitada del Pacífico Sur.

Los Vehículos Automatizados de Transferencia (ATV) son las naves espaciales más complejas jamás desarrolladas en Europa y los vehículos de reabastecimiento de la Estación Espacial Internacional (ISS) más grandes y versátiles.

Con sus 20 toneladas al despegue, el ATV-4 se convirtió en la carga más pesada jamás lanzada por un Ariane 5 cuando partió el día 5 de junio desde el Puerto Espacial Europeo en la Guayana Francesa. La nave europea atracó en la Estación Espacial Internacional 10 días más tarde, transportando un cargamento de 2.480 kg compuesto por más de 1.400 elementos diferentes, informa la Agencia Espacial Europea (ESA) en un comunicado.

El Albert Einstein transportó suministros esenciales para mantener el complejo orbital en funcionamiento, y para permitir a los seis astronautas que lo habitan seguir realizando experimentos en condiciones de microgravedad.

El astronauta de la ESA Luca Parmitano supervisó el atraque automático de la nave, y fue el responsable de descargar y almacenar todos los equipos científicos, piezas de repuesto, suministros, ropa y comida que transportaba.

Entre la carga del ATV-4 se encontraban varios experimentos con emulsiones que ayudarán a la industria a desarrollar alimentos y medicamentos más duraderos, una bomba de agua de repuesto para el laboratorio europeo Columbus, un sistema de reciclaje de agua de la NASA, una antena GPS para el laboratorio japonés Kiboy una serie de herramientas impresas en 3D.

Durante los cinco meses que permaneció unido a la Estación, el ATV-4 encendió sus motores seis veces para elevar la órbita del complejo orbital, contrarrestando los efectos de la resistencia atmosférica. Sin este tipo de maniobras, realizadas tanto por los ATV como por las naves rusas Progress, la Estación terminaría cayendo de vuelta a la Tierra.

Antes de partir, los astronautas cargaron la bodega presurizada de la nave con equipos y materiales que ya no eran necesarios a bordo, liberando espacio en la Estación. En su viaje de vuelta el ATV-4 batió un nuevo récord, transportando la mayor carga de deshechos de toda la serie.

La nave europea se desacopló de la Estación el pasado día 28 de octubre a las 08:55 GMT (09:55 CET), y realizó una maniobra automática para situarse a 100 km por debajo de la Estación en una trayectoria segura de reentrada.

El Albert Einstein maniobró cuidadosamente para reentrar justo por debajo de la Estación Espacial, lo que ha permitido a los astronautas observar la fragmentación de la nave en la atmósfera superior, aportando una información sin precedentes sobre la física de la reentrada.

El ATV-4 y su cargamento se desintegraron de forma segura en la atmósfera superior el 2 de noviembre a las 12:04 GMT (13:04 CET).

Los vehículos ATV llevan a cabo todas sus maniobras, incluido el atraque, de forma completamente autónoma bajo la supervisión del Centro de Control de ATV en Toulouse, Francia, gestionado conjuntamente por la ESA y por la agencia espacial francesa, CNES.

"La misión transcurrió sin problemas, lo que para mí y para el equipo del ATV, o de cualquier misión espacial, es algo estupendo", comenta Alberto Novelli, responsable de la misión ATV-4. "La normalidad con la que transcurrió esta cuarta misión demuestra la madurez del programa ATV e incrementa el registro de éxitos de la ESA de cara a futuros proyectos".

La próxima nave de la serie, el ATV Georges Lemaître, ya se encuentra en la Guayana Francesa. En marzo del año que viene se empezará a cargar su bodega de suministros, para luego ensamblar los distintos módulos del ATV-5 y colocar el conjunto sobre el lanzador Ariane que lo pondrá en órbita a finales de junio.

Con la serie de cinco vehículos ATV, la ESA habrá pagado su contribución por el uso de la Estación hasta finales de 2017.

La ESA contribuye de forma significativa al mantenimiento de la Estación, cubriendo los gastos relacionados con la operación de sus propios elementos - el laboratorio Columbus y su conjunto de experimentos y equipos científicos - así como con los vuelos periódicos de sus astronautas.