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El testimonio de Rosa, superviviente de violencia de género: "Soy más fuerte de lo que jamás pensé"

El año pasado el número de mujeres víctimas fue de 34.684

El testimonio de Rosa, superviviente de violencia de género: "Soy más fuerte de lo que jamás pensé"
El testimonio de Rosa, superviviente de violencia de género: "Soy más fuerte de lo que jamás pensé"La Razón

Cada 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, se alzan voces que recuerdan que la lucha sigue siendo tan urgente como necesaria. Según datos del INE, el año pasado el número de mujeres víctimas de violencia de género fue de 34.684.

En este desolador contexto, el testimonio de Rosa cobra una relevancia especial: una historia que no solo visibiliza el impacto de la violencia machista, sino también la enorme resiliencia de quienes logran sobrevivir y reconstruirse.

Una montaña rusa de emociones

Rosa echa la vista atrás, cierra los ojos y trata de recordar las emociones que sostenía durante la relación y en los primeros pasos para salir de ella: “Sentía dolor, soledad, miedo y culpa sin razón, porque él te hace pensar que tienes la culpa de todo”. Define su evolución emocional a lo largo del proceso como una auténtica “montaña rusa". La ruptura con la violencia significó casi un renacer: “Sientes que antes fue una vida y ahora es otra, otra versión nueva”.

El apoyo que sostiene

Cuando hablamos de apoyos, Rosa destaca el respaldo profesional y humano del Centro de la Mujer de Getafe, sin duda quienes le ayudaron a mantenerse en pie. “Desde la psicóloga, el taller de autoestima, la abogada, la trabajadora social y los demás componentes" Pero sobre todo "el grupo de mujeres" que formó y que tanto le ayudó a salir adelante. Un espacio seguro que se convirtió en su mayor apoyo gracias a la sororidad.

Sentirse acompañada para volver a sentirse segura

Para recuperar la seguridad, Rosa señala figuras concretas que dejaron en ella una huella profunda: “Mi psicóloga Sole, Carol, la terapeuta y las chicas del taller”. Un acompañamiento que le permitió reconstruir su autoconfianza y volver a mirar el mundo sin miedo.

El descubrimiento de su propia fortaleza

En su proceso, Rosa halló una verdad que hoy la guía: “Descubrí que soy más fuerte de lo que pensaba y más válida de lo que me hacía pensar la otra persona”. Este reconocimiento personal se traduce en cambios concretos en su manera de relacionarse consigo misma: “Tengo más seguridad, estoy aprendiendo a poner límites, a decir que no y a cuidar mi salud mental sin dar explicaciones”.

Un mensaje para su yo del pasado y para otras mujeres

Si pudiera hablar con esa Rosa que aún vivía atrapada en el miedo, le diría que "siguiese adelante, a pesar de todo, por mí misma y por mis dos hijas, y que llegará un momento en que tendré paz total”.

A otras mujeres que sufren violencia, quiere transmitirles esperanza: “No estamos solas, aunque lo parezca. Que no tengan miedo de dar el primer paso, que siempre hay una mano amiga que nos guía y ayuda”.

Mirar hacia adelante sin bajar la guardia

Rosa asegura que, para continuar fortaleciendo su bienestar, necesita mantener la constancia emocional: “No bajar la guardia en ningún momento para no decaer y pensar que soy válida en lo que me proponga”.

Me considero superviviente de violencia de género y que este testimonio sirva para dar voz a nuestras vivencias en este episodio amargo de nuestras vidas

Rosa María