
Hogar
El truco casero que protege las plantas de interior para que no se marchiten
Con este compuesto de fácil elaboración podrás mantener tus plantas de interior a salvo sin necesidad de gastar mucho dinero

Las plantas a parte de servir como decoración, pueden aportar una gran cantidad de beneficios como producir el oxígeno que respiramos, purifican el aire, aumentan la humedad de un sitio determinado, así como reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo.
Ahora bien, en las grandes ciudades como Madrid y Barcelona la mayoría de las personas viven en apartamentos que no permiten tener un jardín. Sin embargo, existen otras alternativas como las plantas de interior. Tener una de estas es la manera más efectiva de decorar y dar vida a cualquier espacio además de cumplir con el deseo de tener una planta en casa.
Sin embargo, no basta con tenerla en una esquina de la casa y ponerle agua cada tres días. Las plantas de interior al no recibir el sol o recibirlo de forma escasa, así como no tener el suficiente aire y oxígeno para sobrevivir, puede que se marchiten rápido, cosa que suele ocurrir en muchos casos.
El truco casero para cuidar las plantas de interior
El truco para poder mantener a salvo las plantas de interior consiste en aplicar bicarbonato de sodio a las mismas. Muchos expertos confirman la gran utilidad del bicarbonato de sodio, tanto en la cocina como en la limpieza del hogar.
El bicarbonato de sodio cuenta con propiedades antifúngicas que hacen una especie de barrera natural contra plagas y hongos. Estas infecciones y alimañas son frecuentes en ambientes húmedos y cerrados, es decir, el lugar prototípico donde se encuentran las plantas de interior.
Además, aporta otra serie de beneficios como la ayuda en la regulación del pH del sustrato, evitando así que se vuelva demasiado ácido, cosa que podría verse involucrada en la absorción de nutrientes. Sin embargo, los principales beneficios son:
- Previene la aparición de hongos
- Disminuye la presencia de insectos
- Neutraliza olores y bacterias
- Mejora la vitalidad general de la planta
Aunque el modo de empleo se puede realizar de varias formas, en realidad es sencillo. Por un lado, puedes elaborar un spray antifúngico, es decir, colocas una cucharadita de bicarbonato en un litro de agua y una gota de detergente neutro. Introduce la mezcla en un pulverizador y listo.
Además existen otras dos formas de empleo. Por un lado puedes espolvorear el bicarbonato directamente sobre la tierra o sustrato. Colócalo al rededor del tallo para prevenir la aparición de hongos en la base.
Y, por último, puedes utilizarlo como enjuague para las macetas o tiestos. Utilízalo para lavar las macetas vacías antes de volver a plantar, así eliminarás los posibles residuos dañinos de la planta anterior.
Consejos para cuidar las plantas de interior
Como mencionábamos antes, las plantas de interior ofrecen una gran cantidad de beneficios tanto físicos como mentales. Ante esta situación conocer las claves para sus cuidados es fundamental si no queremos estar gastando dinero cada mes en comprar una nueva.
La mayoría de personas suelen cometer los mismos errores, entre los que destacan una falta de riego, exceso de riego, una mala ubicación, una mala temperatura o un abono ausente. Ahora bien, si no quieres que esto sucede, estos son algunos consejos que puedes llevar a cabo:
1. Abonarlas bien: La mayoría de expertos se decantan por las varitas fertilizantes, como puede ser el abono de clavos verdes. Debes trocearlas y colocar los fragmentos en el sustrato formando un círculo. También puedes decantarte por abonos naturales tanto los más populares, como el estiércol de vaca o los más rudimentarios, como la cáscara de huevo.
2. Luz solar: Por lo general, debes situar las plantas de interior cerca de una ventana, un balcón o un espacio donde llegue la luz natural. Si ves que las hojas se vuelven amarillas, puede que se deba a falta de iluminación. Sin embargo, debes tener en cuenta que existen especies que no pueden recibir el sol directamente, así que es conveniente investigar el tipo de planta que tienes y poner cortinas que disminuyan la luz directa.
3. Sistema de riego: Regar las plantas siempre con el agua del grifo puede hacer que varíe el pH de la tierra y perjudicar a la salud de la misma. En ocasiones es conveniente utilizar de vez en cuando vinagre o limón exprimido para ajustar la acidez de la planta. También hay que atender a la forma. La tradicional es verter agua por la parte superior, sin embargo, esto provoca agua estancada que hace que se pudran los tallos o que aparezcan hongos. Si te sucede esto, lo ideal es optar por el riego por inmersión.
4. Sustrato: Las plantas crecen sanas y fuertes su se encuentran sobre un sustrato adecuado. Los expertos recomiendan aquellos que tienen tres propiedades básicas: drenaje, aireación y retención de nutrientes. Estas tres propiedades se suelen conseguir con mezclas ya elaboradas o algunas caseras, lo importante es que tengan ciertos implementos como corteza de pino, fibra de coco, arena de río, entre otros.
5. Temperatura: Gran parte de las plantas de interior no toleran las temperaturas extremas y los cambios bruscos de temperatura. Es importante situarlas en un espacio donde no pasen ni mucho frío ni mucho calor. Mantenlas alejadas de las corrientes de aire e intenta que no se queden heladas. Apártalas de los radiadores o el aire acondicionado.
✕
Accede a tu cuenta para comentar