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Este es el método para que el clavel florezca de la mejor forma posible en tu jardín

Es una especie que requiere abundante exposición directa al sol y tolera distintos tipos de clima

Este es el método para que el clavel florezca de la mejor forma posible en tu jardín
Este es el método para que el clavel florezca de la mejor forma posible en tu jardínPixabay

El clavel, con su característico aroma y la intensidad de sus colores, es una de las flores más apreciadas en los jardines. Aunque puede parecer exigente, lo cierto es que cultivarlo con éxito en casa está al alcance de cualquier persona que siga algunos principios básicos de jardinería.

Según expertos en el cultivo de esta clase de plantas, uno de los factores clave para el desarrollo saludable del clavel es el tipo de sustrato. Esta flor necesita una tierra suelta, bien aireada y con buen drenaje para evitar la acumulación de humedad en las raíces. Además, su crecimiento está íntimamente ligado a la luz solar: el clavel requiere abundante exposición directa al sol para florecer con fuerza. Aunque tolera distintos tipos de clima, se adapta especialmente bien a temperaturas frescas, siendo una buena opción para jardines exteriores en zonas de clima templado.

No obstante, también es posible cultivarlo en macetas, siempre que se controle cuidadosamente el riego. En estos casos, es indispensable asegurarse de que el recipiente tenga orificios de drenaje que eviten encharcamientos. El exceso de agua es uno de los errores más comunes y puede provocar la pudrición de las raíces, debilitando toda la planta.

La poda cumple un papel fundamental en la vitalidad del clavel. Tras cada floración, se recomienda cortar las ramas marchitas justo por encima del nudo para estimular la aparición de nuevos brotes. Del mismo modo, eliminar las flores secas a tiempo permite que la planta concentre su energía en generar capullos frescos en lugar de mantener estructuras ya agotadas.

Para quienes deseen reproducir sus claveles, los especialistas recomiendan una técnica particular: en lugar de cortar los esquejes con tijeras, es preferible desgarrarlos manualmente, con cuidado, para facilitar el desarrollo de raíces. Esta práctica, aunque es menos habitual, favorece una propagación más efectiva. La elección del esqueje también importa; los tallos gruesos y vigorosos ofrecen mejores resultados a la hora de multiplicar la planta.

Si bien el clavel florece con más intensidad en exteriores, también es sensible a fenómenos climáticos extremos. Las lluvias intensas o el granizo pueden dañar sus pétalos, por lo que conviene prestar atención al pronóstico y protegerlo si fuera necesario.