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El truco definitivo para que las palomas no defequen en el poyete de tus ventanas ni en la barandilla de tu terraza
Este color ahuyenta a los pájaros y evita que te dejen sus particulares regalos de bienvenida en tu terraza
Con la llegada del buen tiempo, las ganas de pasar más rato al aire libre aumentan. Ya sea en la terraza, en el balcón o asomado al poyete de la ventana, disfrutar del sol y del aire fresco es uno de los pequeños grandes placeres de la primavera. Pero hay un visitante no tan bienvenido que suele aparecer justo cuando más quieres disfrutar de tu espacio: la paloma. Y no llega sola… suele traer consigo el molesto rastro de excrementos.
Además de resultar antiestéticas y difíciles de limpiar, las heces de las palomas pueden ser perjudiciales para la salud y dañar superficies si no se eliminan a tiempo. Por eso, muchos buscan soluciones efectivas (y si es posible, decorativas) para mantenerlas lejos. Si tú también estás harto de que las palomas conviertan tu terraza en su baño privado, este truco te va a interesar.
Un secreto visual: el poder de los colores que espantan
Aunque suene a magia, la solución definitiva para evitar que las palomas se posen donde no deben podría estar en algo tan simple como el color. Según Isabelle Manseau, experta en aves y fundadora de la organización Birdzy Inc., las palomas tienen una sensibilidad especial hacia ciertos tonos, en especial los metálicos.
Los colores plateados, cromados y otros acabados reflectantes no sólo las desorientan por los destellos que producen con la luz solar, sino que las incomodan visualmente. Esto provoca que eviten aterrizar en superficies donde perciben ese brillo molesto, ya que lo interpretan como un posible peligro. Manseau lo describe como un “efecto inquietante”, casi como si algo amenazante estuviera acechándolas.
Además del efecto metálico, los colores intensos como el rojo y el naranja también tienen un papel importante. Estos tonos vivos generan una sensación de alerta en muchas especies de aves, palomas incluidas. Si logras incorporar estos colores en la decoración de tu terraza o balcón, estarás construyendo una especie de “campo de fuerza anti-caca"… sin una gota de químico.
Cómo aplicar el truco en casa sin perder el estilo
La buena noticia es que espantar palomas con colores no tiene por qué arruinar tu estética. De hecho, puede ser una oportunidad para renovar el look de tu espacio exterior.
- Objetos metálicos decorativos: Coloca figuras reflectantes, regaderas cromadas, faroles plateados o incluso una cuerda con CD viejos que giren con el viento. Sus reflejos crearán un efecto óptico que mantendrá a las aves a raya, aunque ten en cuenta que esto puede molestar en la ventana de los vecinos.
- Plantas con flores rojas o naranjas: Las geranios, petunias o caléndulas, además de embellecer, suman puntos al escudo visual contra palomas.
- Muebles o detalles pintados: Un banco, unas macetas, una mesita auxiliar… cualquier superficie pintada en tonos vivos (rojo, naranja o blanco intenso) puede sumar al efecto disuasorio.
- Textiles y cojines llamativos: Si tienes asientos, opta por fundas en colores que incomoden a las aves. Y si se manchan de polvo o sol, siempre puedes lavarlas.
Otros trucos caseros que complementan
Si quieres reforzar la defensa, hay métodos adicionales que puedes aplicar en conjunto:
- Cintas brillantes o móviles que se muevan con el viento: El movimiento errático junto al reflejo crea una sensación de amenaza para las palomas.
- Aromas fuertes: Plantas como lavanda o menta, o el uso de aceites esenciales diluidos en agua (citronela, eucalipto, menta) también funcionan como repelentes naturales.
- Evita dejar comida al alcance: Un descuido con las migas o las semillas puede convertir tu terraza en un buffet libre para estas aves.
- Sonidos molestos: Las campanillas metálicas o dispositivos que imitan a depredadores como halcones o águilas también pueden mantener a las palomas alejadas, sin dañarlas.
No hace falta recurrir a medidas extremas para tener un balcón o terraza libre de palomas y sus excrementos. A veces, la clave está en pequeños cambios visuales que transforman tu espacio en un lugar poco acogedor para ellas… pero perfecto para ti. Con un poco de creatividad, puedes espantar a estos incómodos visitantes sin renunciar al estilo ni al disfrute de tu rincón favorito al aire libre.