Mascotas

Unidades de rescate caninas para salvar vidas en la nieve

La labor de estos perros, que detectan víctimas vivas sepultadas por aludes, está siendo crucial en estos días de frío y hielo

Thor y su guía, Sebastián Ruiz, buscan a Alejandro Ortega, la «víctima» sepultada, en las primeras jornadas de guías y perros detectores en Sierra Nevada
Thor y su guía, Sebastián Ruiz, buscan a Alejandro Ortega, la «víctima» sepultada, en las primeras jornadas de guías y perros detectores en Sierra Nevadalarazon

La labor de estos perros, que detectan víctimas vivas sepultadas por aludes, está siendo crucial en estos días de frío y hielo.

La nieve ha teñido de blanco la mitad del país. A algunos les habrá pillado en casa y a otros circulando por carretera, pero, ¿y si te alcanza en mitad de una excursión por la montaña o practicando esquí con la familia? Durante estos días, se ha disparado el riesgo de avalancha en las cordilleras españolas. Las autoridades han advertido de que las condiciones son «muy peligrosas» para practicar deportes de invierno. En la zona pirenaica, se ha llegado a alcanzar el nivel 5, el máximo, según la escala de peligro de aludes. En este contexto, se hace necesaria la labor de los héroes de cuatro patas de la Sección de Rescate e Intervención en Montaña (SEREIM) de la Guardia Civil o, en el caso de Sasha, de Protección Civil.

Para saber cómo proceden las unidades caninas en situaciones de rescate de víctimas vivas sepultadas por avalanchas, LA RAZÓN ha contactado con Alejandro Ortega Ruiz, miembro de Protección Civil de Albolote (Granada), empleado en la estación de esquí Cetursa Sierra Nevada y adiestrador de perros de montaña de los Pirineos. Ortega celebró las primeras jornadas de guías y perros detectores de personas sepultadas bajo la nieve en Sierra Nevada, a finales de enero. A esta iniciativa, patrocinada por Royal Canin, Tiendanimal y Cetursa, estaban invitados miembros de Protección Civil, Guardia Civil, cuerpo de bomberos, Ejército de tierra, servicio de pistas y guías de montaña. Participaron 18 perros de rescate en montaña y tres cachorros en el simulacro, cuyo objetivo era realizar prácticas «reales» con los perros «y compartir experiencia y conocimientos», añade el organizador.

De entre los 18 canes, hubo uno que se robó el aplauso del SEREIN. «Los guardias civiles de montaña se quedaron perplejos al verla, porque ella nunca había actuado en nieve y fue enfilada a rescatar a la falsa víctima». La estrella de las jornadas se llama Sasha, una pitbull de 4 años adoptada y adiestrada por Ortega para buscar a personas en grandes áreas. Pero esta alumna adelantada estuvo a punto de morir sin llegar a ver la luz del día.

Todavía tenía los ojos cerrados cuando su primer dueño la sostenía por el cuello. Arantxa llegó a tiempo de ver la siniestra escena: el hombre la tenía cogida por el pescuezo y, a sus pies, yacían los hermanos de Sasha, ya ahogados, uno por uno. «Arantxa se había enterado de que iban a sacrificar a una camada de pitbulls y fue en su busca», recuerda el adiestrador. «Cuando llegó, el hombre le dijo: “si quieres a esta, te la llevas, si no, la ahogo ahora mismo porque yo no quiero perros». Y Arantxa la rescató.

Dio la casualidad de que su marido, Antonio Enrique Recuerda, era compañero de Ortega. «Antonio tenía otra pitbull con la que le iba muy bien, así que comenzamos a adiestrar a Sasha mientras le buscábamos otra familia». Pero el tiempo pasaba y no conseguían encontrarle un hogar. «Tuve que decirle a Antonio: “Sasha lleva seis meses en tu casa, este es su hogar”». En ese tiempo, Arantxa y Antonio andaban buscando que ella se quedase embarazada. Arantxa comenzó a preguntarse por qué la perra le seguía a todas partes, protegiéndola y buscando arrumacos. «Fue Sasha la que descubrió que Arantxa tenía un bebé dentro de ella, por el olor». Este olfato fantástico –requisito indispensable para el rescate en la nieve, dado que su labor es distinguir el anhídrico carbónico que desprendemos al respirar– le valió a Sasha el favor de Ortega. «Tras la llegada de dos nuevos miembros a la familia, el matrimonio decidió que no podía hacerse cargo de la perra, pero yo no quería que saliera del grupo, así que... la adopté».

Ahora, la pitbull aporta una nota de color entre el equipo de rescate de Ortega, el único en el mundo formado sólo por perros de la montaña de los Pirineos. Sasha también destaca por su carácter: «Nunca ha mordido a nadie, es resistente... con ella, todo es pasión».