Accidente de tren en Santiago

Víctimas del accidente crean una asociación para defender sus derechos

Cristóbal González es el impulsor y presidente del colectivo de afectados
Cristóbal González es el impulsor y presidente del colectivo de afectadoslarazon

SANTIAGO DE COMPOSTELA–«¡Adiós, te quiero!». Con estas palabras se despedía Cristóbal González de su mujer pensando que estaba al borde de la muerte. La cabeza no dejaba de sangrarle y empezaba a ver borroso. Acto seguido se desmayó. Había conseguido rescatar a 12 personas de su vagón; viajaba en el número dos. «El héroe ciclista». Así le conocen muchas de las víctimas del Alvia 4155. Además de salvar a muchas de ellas, Cristóbal también quiere luchar por sus derechos, «no quiero que nos olviden, que nos politicen». Por eso hoy va a pasar por los juzgados, quiere presentar acta de la Asociación de Perjudicados por el Accidente Ferroviario del Alvia de Santiago de Compostela (Apafas) «porque el martes o el miércoles cuando nos constituyamos definitivamente, vamos a personarnos».

Su interés no es sólo el de proteger los derechos de los afectados por el terrible accidente, sino también « saber toda la verdad, la culpa no sólo la tiene el maquinista». Llegó de Sevilla hace dos días. Ha vuelto a coger el Alvia. Dice que «este accidente no se debe olvidar, aunque muchos lo intentan. Forma parte de nuestra vida, debemos aprender de él», insiste González. En sólo 72 horas ya ha recogido el deseo de unas 40 familias que «quieren que cuente con ellas para la asociación». Su «smartphone» no deja de sonar. Muestra la pantalla: «¿Ves todos estos números?, son las llamadas que he recibido sólo hoy». La lista es interminable. «Y todos los wasap que no he podido contestar», afirma.

A los tres hospitales donde todavía quedan heridos (La Rosaleda, el Clínico de Santiago y el de La Coruña) le ha acompañado su abogado, del bufete González Martín y Asociados –los mismos que representaron a las víctimas del accidente de Spanair–.

«Al principio, las instituciones te lo ponen todo muy fácil, actúan de forma muy humana, pero con el tiempo se olvidan y no debe ser así». González asegura que la asociación no tiene ánimo de lucro y que los gastos de la personación los cubre el letrado. «Nos tenemos que organizar desde dentro, los afectados no podemos dejar que gente de fuera actúe por nosotros». Siguiendo la normativa, ya han creado una junta directiva y «nos reuniremos la próxima semana». Mientras, el «ciclista peregrino» sólo piensa en volver a montarse en su bici y, «el mes que viene, si puedo, repetir el camino».