China

Un cohete privado chino se apaga en pleno vuelo y destruye tres satélites

El error del Ceres-1, apagado en su cuarta etapa, refleja la distancia que aún separa a la iniciativa privada del músculo estatal chino

Un cohete privado chino se apaga en pleno vuelo y destruye tres satélites
El cohete Ceres-1 de Galactic Energy falló en su cuarta etapa tras 510 segundos de vuelo, provocando la pérdida de tres satélites durante un lanzamiento desde Jiuquandifoosion

Dos lanzamientos, dos destinos totalmente diferentes, y dos mensajes que resumen la batalla por el espacio en China. En Hainan, el Larga Marcha 12 estatal despegaba con éxito y añadía otro lote de satélites a la megaconstelación nacional Guowang, reforzando la imagen de un programa consolidado y disciplinado. Por otro lado, en Jiuquan, la escena fue muy distinta: el Ceres-1 de Galactic Energy, símbolo de la iniciativa privada, se apagaba en pleno vuelo y convertía tres satélites en chatarra espacial.

El fallo ocurrió en la cuarta etapa, tras 510 segundos de vuelo. Hasta entonces, todo había funcionado con normalidad. Pero el apagado repentino del motor convirtió lo que debía ser un lanzamiento comercial más en un recordatorio incómodo: la órbita no perdona improvisaciones. La propia compañía lo reconoció sin rodeos: “La misión de lanzamiento fue un fracaso”.

El Ceres-1 es un cohete sólido de cuatro etapas y 20 metros de altura, diseñado para cargas pequeñas de hasta 350 kilos. Es barato y ágil, pensado para el mercado privado.

La fragilidad de la confianza en el espacio privado

Sin embargo, cada tropiezo aumenta la desconfianza de clientes e inversores. Hasta el momento, Galactic Energy acumula un total de 22 vuelos, con 20 éxitos y dos fallos. La estadística parece positiva, pero en un sector donde la fiabilidad lo es todo, cada error pesa como una losa.

Estos fallos hacen que la diferencia con el Estado sea clara. Mientras las empresas privadas piden disculpas y prometen investigaciones para subsanar sus errores, los programas estatales avanzan con constelaciones masivas y récords de lanzamientos.

Galactic Energy asegura que ya trabaja en el Ceres-2 y en el cohete líquido Pallas-1, con pruebas exitosas en Haiyang.

La compañía insiste en que no pierde la esperanza. Pero la sombra del fracaso es larga: en un año en que China ha batido récord de lanzamientos orbitales, el error del Ceres-1 recuerda que no basta con despegar, hay que llegar.