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Litigio tecnológico

Elon Musk tiene nuevos problemas, sus expertos en IA se están marchando 'violentamente' a OpenAI: "Chúpame la..."

La incorporación por parte de la empresa que lidera Sam Altman de antiguos empleados de xAI ha motivado una nueva demanda de Musk, esta vez por robo de secretos comerciales

Elon Musk, CEO de xAI entre otras AP/Matt Rourke

Por mucho que lo intente, Elon Musk siempre acaba en el centro del huracán. La habilidad del empresario y magnate por estar en el foco de la actualidad es innata, ya sea por su acercamiento a Donald Trump tras sus tiranteces de los últimos meses o por ver complots contra xAI y su asistente de inteligencia artificial, Grok, por parte de OpenAI y de Apple que acaban en los juzgados.

También en el terreno de los recursos humanos se dirime una rivalidad que viene de años atrás entre Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI y el propio Elon Musk. Pese a compartir los primeros pasos de la organización de inteligencia artificial allá por 2015, ahora su relación está rota en mil pedazos. Algo a lo que contribuye una competencia que tiene a los empleados y exempleados de sus compañías como protagonistas.

Sospechas de filtración de información confidencial

La fuga de talentos entre compañías ha estado a la orden del día, pero lo habitual era que los cambios se produjeran a golpe de talonario. Ahora, lo que recoge The Guardian va más allá y Elon Musk toma ante ello, de nuevo, el camino de los tribunales. El fundador de Tesla, SpaceX, Neuralink, The Boring Company o xAI ha demandado a OpenAI ante un tribunal de California por tratar de robar secretos comerciales y de funcionamiento de su división de inteligencia artificial.

Elon Musk respalda su demanda en el hecho de que varios antiguos trabajadores de xAI han acabado en las filas de OpenAI, algunos de ellos tras haber sido acusados por la compañía de Elon Musk de hacerse con información privilegiada, como el ingeniero Xuechen Li.

OpenAI también reclutó a Jimmy Fraiture, antiguo alto ejecutivo financiero de xAI y a quien los abogados de Musk acusaron vía email de incumplir el acuerdo de confidencialidad pactado con la compañía, a lo que Fraiture respondió con un escueto a la par que elocuente “Chúpame la…”, mostrando su malestar ante tal acusación.

Además de Li y Fraiture, xAI apunta a la contratación de otros seis exempleados de xAI por parte de OpenAI, para un total de ocho según indica The Information, cuestión que considera que puede suponer un modo de espionaje corporativo y ante lo que espera que la justicia pueda poner algún tipo de medida.

La demanda sugiere que OpenAI se sirve de medidas ilegales para hacerse con datos clave en su competencia con xAI: “OpenAI está apuntando a aquellas personas con conocimiento de las tecnologías clave y los planes comerciales de xAI, incluido el código fuente de xAI y sus ventajas operativas en el lanzamiento de centros de datos, y luego induce a esos empleados a violar su confidencialidad y otras obligaciones con xAI a través de medios ilegales”.

¿Cuál es el problema? Que este tipo de acusaciones resultan harto complicadas de demostrar. La incorporación de un antiguo empleado a una compañía que trabaje en el mismo sector que su antigua empresa resulta hasta lógica, pero en ello Elon Musk ve un intento más por parte de Sam Altman de beneficiarse de su trabajo, cuestión que OpenAI ha desmentido de forma categórica, tachando a la demanda del magnate de ser el "último capítulo del acoso continuo del Sr. Musk".