Conocer por completo la personalidad de mentes tan complejas como la de Elon Musk está al alcance de muy pocos. Quizás de nadie de hecho. Ni tan siquiera de aquellos que se pueden considerar dentro de su círculo más cercano, puesto que cada persona dentro de ese círculo está asignada a una parcela particular dentro del complejo universo de Elon Musk.

Esto pasa por ejemplo con Jared Birchall, empresario y ex-banquero estadounidense que se encarga, entre otras cosas, de gestionar el ingente patrimonio de Musk, ganado a base de llevarse al límite a sí mismo. A buen seguro que el sueldo millonario que le reporta dicha responsabilidad compensa incluso los episodios más desagradables que tiene que vivir al lado del excéntrico magnate.

Birchall no solo se encarga de las finanzas de Musk, sino que también es el director ejecutivo de la empresa Neuralink, cuyo objetivo es el desarrollo de complejos dispositivos electrónicos para ser implantados en el cerebro de personas con alguna limitación o discapacidad para tratar de corregirla o de paliarla.

Con esas dos cargas sobre sus hombros, Birchall habrá tenido que afrontar situaciones de todos los colores con Elon Musk y una de ellas la recoge Walter Isaacson, autor de la biografía autorizada Elon Musk en 2023.

En ella Isaacson describe una conversación entre Yoel Roth, jefe del departamento de seguridad y confianza de Twitter que abandonó el cargo en 2022 tras la adquisición de la red social por parte de Musk, y Jared Birchall, en la que este reconoce lo complejo de manejar los ataques de ira del empresario aun con las pistas que le había dado el tiempo a su lado: “Eso pasa con Elon. Tú necesitas simplemente ignorarlo, esperar a que se le pase y no hacer lo que él dice”, apuntaba Birchall desde la cercanía que le confería el trato directo con Musk.

“Eso pasa con Elon. Tú necesitas simplemente ignorarlo, esperar a que se le pase y no hacer lo que él dice”

La situación era como una explosión en la que el instinto pide que lo primero que se haga sea salir corriendo hasta que pase el primer estallido y luego volver a la zona cero para ver las consecuencias, y eso mismo le señalaba Jared Birchall a Yoel Roth que debía hacer en mitad de un momento de exasperación de Elon Musk: “Luego, más tarde, vuelve con él, después de que él haya procesado las indicaciones”, señalaba a modo de libro de instrucciones del CEO de Tesla y SpaceX.

La biografía de Walter Isaacson muestra los aspectos más humanizantes de Elon Musk, aunque no todos ellos hablen de la mejor manera de una de las figuras más influyentes de nuestros días.

Su necesidad de destacar en todos los campos le lleva de forma habitual a las páginas de los medios y puede que esa personalidad tan arrolladora esté estos días confrontando con quien ha sido su valedor político en los últimos tiempos a raíz de la política arancelaria que está imponiendo Donald Trump y que habrá que ver cómo y cuánto afecta a las empresas de Musk y a la relación personal que les une.