La madre de drones es la nueva superarma ucraniana para destruir objetivos de Rusia

Con el mundo pendiente del nuevo conflicto bélico surgido en los últimos días entre Irán e Israel parece que la guerra entre Ucrania y Rusia queda relegada a un segundo plano. El enfrentamiento iniciado por Moscú allá por 2022 ha tenido respuesta por parte ucraniana sin que por el momento se haya podido llegar a un acuerdo para el alto el fuego, pese a la intervención de mandatarios como Donald Trump.

Ucrania sabe de sus limitaciones en materia armamentística y de efectivos e intenta paliarlas con el uso de una tecnología en la que ha demostrado haber avanzado de forma notable durante el conflicto: los drones. Los aparatos de vuelo autónomo han sido un arma predilecta para ambos bandos en el enfrentamiento y ahora el ejército ucraniano va a tener un nuevo elemento con el que aspira a igualar las fuerzas frente al potencial ruso.

Drones con capacidad de transportar y reutilizar otros drones guiados con IA

Y es que tal como recoge el medio Kyiv Independent Ucrania cuenta ahora con un dron nodriza impulsado por inteligencia artificial que es capaz de transportar dos drones de ataque con visión en primera persona (FPV) con posibilidad de guiado mediante IA a una distancia de 300 kilómetros tras las líneas enemigas con los que atacar de forma autónoma objetivos de gran valor.

El grupo de tecnología de defensa ucraniano Brave1 ha sido el encargado de desarrollar e implementar este sistema de drones que anunció el ministro de Transformación Digital ucraniano, Mykhailo Fedorov. El propio Fedorov detalló así el funcionamiento del nuevo equipamiento de defensa ucraniano: "El sistema utiliza navegación visual-inercial con cámaras y LiDAR para guiar a los drones, mientras que la IA identifica y selecciona objetivos de forma independiente".

Otra de las ventajas con las que cuenta el sistema porta-drones desarrollado desde Ucrania es el hecho de poder emplear el dron portador en misiones con un alcance de 100 kilómetros tras su regreso. Contar con la opción de reutilizar la tecnología es fundamental para abaratar costes y aprovechar su potencia.

El sistema, conocido como SmartPilot, ofrece una variante ofensiva a Ucrania con la que inutilizar defensas aéreas, aeronaves rusas o edificios identificados como de alto valor. Todo ello sin necesidad de GPS y en misiones con un coste estimado de 10.000 dólares por operación, infinitamente más económico que los ataques con misiones convencionales.

El ministerio de Defensa y el de Transición digital ucranianos trabajan mano a mano en procurar elementos al ejército del país que les permitan equiparar las fuerzas frente a un enemigo con el caudal ofensivo de Rusia. Los drones de ataque con visión en primera persona transportados por el dron nodriza y guiados por inteligencia artificial pueden dar una variante con la que, tal como señaló el propio Mykhailo Fedorov "cambian las reglas del juego en la guerra tecnológica".