Consejos para no sobrecalentar el teléfono
Tu móvil te está pidiendo auxilio por el calor: 5 trucos para evitar que se sobrecaliente y destrozar su batería este verano
Con el termómetro por las nubes, tu smartphone necesita más cuidados que nunca para sobrevivir
Con la llegada del verano y las altas temperaturas que azotan España, los teléfonos móviles se enfrentan a uno de sus mayores enemigos: el calor extremo. El sobrecalentamiento puede causar daños irreversibles en la batería, reducir drásticamente el rendimiento del dispositivo e incluso provocar su apagado automático en los momentos más inoportunos. Desde los consejos más obvios hasta los trucos tecnológicos menos conocidos, te explicamos cómo proteger tu smartphone de las altas temperaturas estivales.
Cada verano, los servicios técnicos de las principales marcas registran un aumento significativo en las reparaciones relacionadas con problemas de batería y sobrecalentamiento. Los fabricantes como Apple y Samsung establecen claramente que la temperatura óptima oscila entre 0°C y 35°C. Sin embargo, durante las olas de calor que cada vez son más frecuentes en España, estas cifras se superan con facilidad, especialmente en el interior de vehículos, terrazas y playas donde los móviles son utilizados intensivamente.
Los cinco trucos esenciales para proteger tu móvil del calor
Las consecuencias del calor excesivo en los móviles no son inmediatas, sino acumulativas. A partir de los 40°C, la eficiencia de las baterías de litio cae aproximadamente un 15%. Cuando la temperatura alcanza los 45°C, esta pérdida puede llegar al 20%, y a los 50°C, la degradación puede alcanzar hasta el 60% de la capacidad original.
Este fenómeno, conocido técnicamente como "estrangulamiento térmico", es un mecanismo de protección que reduce automáticamente el rendimiento del procesador para evitar daños mayores. En casos extremos, cuando la temperatura supera los 60°C, el dispositivo se apaga completamente como medida de seguridad. Y sí, esto puede pasar más veces de las que crees.
Evita la exposición directa al sol
Vale, lo primero es lo más obvio, pero también lo que más se incumple: nunca dejes tu móvil al sol directo. Especialmente durante las horas centrales del día. Esta recomendación parece de Perogrullo, pero es increíble la cantidad de gente que se olvida del móvil en la toalla de la playa o en el salpicadero del coche.
En menos de 10 minutos, la temperatura interior de un vehículo al sol puede superar los 50°C, una cifra que los móviles no pueden soportar sin sufrir daños. Si necesitas usarlo como GPS, considera invertir en un soporte con sistema de ventilación. Tu móvil no está pensado para convertirse en una plancha.
Quita la funda al cargar
Las fundas protectoras son geniales para evitar que tu móvil se haga añicos cuando se te cae, pero tienen una pega durante el verano: actúan como una capa aislante que retiene el calor generado durante la carga. Es como si le pusieras un abrigo de invierno a tu dispositivo en pleno agosto.
Durante los meses más calurosos, especialmente si utilizas carga rápida, quítale la funda mientras se está cargando. Los fabricantes como Apple y Samsung recomiendan específicamente evitar cargar dispositivos dentro de fundas gruesas en ambientes calurosos. No es capricho, es supervivencia.
Activa el modo ahorro de energía
Aquí viene un truco que mucha gente desconoce: el modo ahorro de batería no solo extiende la autonomía, sino que también reduce significativamente la generación de calor interno. Al activarlo, el procesador trabaja a frecuencias más bajas, se limitan las aplicaciones en segundo plano y se reducen efectos visuales que demandan recursos del sistema.
En dispositivos Samsung, esta función se denomina "modo de rendimiento ligero" y puede reducir hasta un 30% la temperatura interna del dispositivo durante el uso intensivo. En iPhones, el modo de bajo consumo tiene efectos similares. Es una función que ya tienes en tu móvil y que puede salvarte de muchos dolores de cabeza.
Cierra aplicaciones en segundo plano
Este punto es crucial y muchos usuarios lo pasan por alto: las aplicaciones que funcionan en segundo plano son responsables de hasta un 40% del calor generado por el procesador. Juegos, navegadores con múltiples pestañas, aplicaciones de navegación GPS y plataformas de streaming siguen consumiendo recursos aunque no las uses activamente.
Para identificar a los culpables, ve a Ajustes > Batería en tu dispositivo y revisa el consumo de las últimas 24 horas. Las aplicaciones que muestren un consumo anómalo deben cerrarse o, en casos extremos, desinstalarse. Tu móvil te lo agradecerá con un funcionamiento más fresco.
Nunca metas el móvil en la nevera
Y ahora viene el gran error que comete mucha gente cuando su móvil está ardiendo: meterlo en la nevera. Esta práctica puede causar daños irreversibles. El cambio brusco de temperatura genera condensación en el interior del dispositivo, y la humedad puede infiltrarse en los circuitos y dañar componentes electrónicos de forma permanente.
Los ingenieros de las principales marcas advierten que el "shock térmico" puede ser más dañino que el propio sobrecalentamiento. Si tu móvil está muy caliente, la solución es apagarlo, quitarle la funda y dejarlo en un lugar fresco y ventilado. Paciencia, que es mejor esperar unos minutos que gastarse cientos de euros en una reparación.
Reconocer cuándo tu móvil está sufriendo es fundamental para evitar daños mayores. Los indicadores más comunes incluyen una batería que se agota más rápido de lo normal, aplicaciones que se cierran inesperadamente y ralentización general del sistema. En casos graves, aparecen mensajes de advertencia de temperatura en pantalla.
Algunas aplicaciones como CPU-Z permiten monitorizar en tiempo real la temperatura de los componentes internos. Si la temperatura de la batería supera los 45°C de forma sostenida, es momento de actuar. No esperes a que la situación empeore, porque el daño acumulativo puede ser permanente y muy caro de arreglar.
El daño por sobrecalentamiento no siempre es inmediato, sino acumulativo. Una batería que ha sufrido episodios repetidos de calor extremo puede perder hasta un 40% de su capacidad original en pocos meses. Esto significa cargar el dispositivo dos o tres veces al día en lugar de una.
En el peor de los casos, el sobrecalentamiento puede provocar que la batería se hinche, deformando la pantalla y haciendo el dispositivo peligroso de usar. Los costes de reparación suelen superar los 200 euros, una cantidad considerable que se puede evitar siguiendo estos consejos. Con las temperaturas récord que cada vez son más frecuentes en España, proteger nuestros dispositivos móviles del calor ya no es opcional, es supervivencia tecnológica.