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Para mí, mucho mejor que 'Breaking Bad': está en streaming y muestra lo peor del mundo empresarial

Una de las series más aclamadas de los últimos años, donde el poder, las traiciones y la ambición familiar lo deciden todo

Kieran Culkin y Jeremy Strong forman parte de su elenco
Kieran Culkin y Jeremy Strong forman parte de su elencoFilmAffinity

Ver a una familia romperse por dentro por culpa del poder, el dinero y la ambición puede ser angustioso... salvo que lo hagas desde el sofá y con una historia tan bien contada como esta, producida por HBO. La obra maestra Jesse Armstrong, el mismo que estuvo detrás de algunos episodios de Black Mirror, convierte las guerras familiares en un espectáculo adictivo, mordaz y peligrosamente cercano a la realidad.

Inspirada libremente en clanes tan mediáticos como los Murdoch o los Redstone, aquí nadie es del todo bueno ni del todo malo, pero todos tienen algo que engancha. Evidentemente, la crítica y el público no se han quedado indiferentes: en FilmAffinity está entre las mejor valoradas de la historia, mientras que en Rotten Tomatoes acumula un 95 % de críticas positivas por parte de la prensa especializada y un 87 % por parte del público. Por si fuera poco, ha sido reconocida con 19 premios Emmy y 9 Globos de Oro, lo que deja claro que no es solo una serie: es todo un hito televisivo.

La familia lo es todo… hasta que hay algo que repartir

La serie gira en torno a los Roy, una de las familias más influyentes del mundo empresarial, dueña de un gigantesco imperio mediático: Waystar Royco. Al mando está Logan Roy (Brian Cox), un patriarca autoritario y temido por todos, cuya salud comienza a flaquear justo cuando menos conviene. Ese vacío de poder desata una guerra silenciosa -y a veces no tanto- entre sus cuatro hijos: Kendall (Jeremy Strong), el supuesto favorito, lucha contra sus propios demonios y decisiones erráticas; Roman (Kieran Culkin) es el más sarcástico y temerario, pero parece no tomarse nada en serio; Shiv (Sarah Snook), brillante y ambiciosa, intenta abrirse paso sin perder su independencia; y Connor (Alan Ruck), el mayor, simplemente vive en su propio mundo, pero no por eso quiere quedarse fuera del reparto.

A lo largo de las temporadas, la tensión entre los miembros de la familia crece mientras se entrecruzan traiciones, ambiciones personales y conflictos empresariales que rozan el escándalo. Nadie confía del todo en nadie, y las relaciones se mueven entre la conveniencia y el resentimiento. ¿Lo mejor? Para mí, que la serie no solo muestra cómo el poder corrompe allá donde va, sino también cómo una familia puede descomponerse bajo el peso de sus propias expectativas. Lo que empieza como una posible sucesión se convierte en una batalla sin reglas, donde cada paso tiene un precio y el afecto no sirve de nada si no suma en la estrategia.

No hay otra como 'Succession': una serie que, con solo 4 temporadas y 39 episodios de alrededor de una hora cada uno, se ha ganado su lugar en la historia de la televisión reciente. Si aún no la has visto y quieres sumergirte en el universo de los Roy, necesitarás una suscripción a Max o Movistar Plus+, las únicas plataformas donde está disponible en España por el momento.