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IA

La periodista Karen Hao desenmascara el imperio de OpenAI: ‘La IA no es un negocio rentable’”

Karen Hao expuso las grietas del discurso idealista de OpenAI y recordó que la IA aún no es rentable

La periodista fue vetada por OpenAI tras publicar un reportaje crítico sobre su modelo de negocio EUROPAPRESS

Cuando Karen Hao cruzó por primera vez las puertas de OpenAI, a finales de 2019, la empresa era poco más que un nombre en Silicon Valley.

Sam Altman hablaba entonces de salvar al mundo con una máquina capaz de pensar como un humano.

El discurso sonaba épico, casi como algo de una peli de robots que podría cambiar el mundo.

Pero para Hao, no todo era tan brillante, y es que para ella esta visión futurista siempre estuvo limitada por promesas demasiado grandes y un modelo que no terminaba de sostenerse.

La promesa choca con la realidad

Por ello decidió ir en contra del modelo y realizó una investigación donde señaló las grietas narrativas del discurso idealista y expuso todas las verdades que había detrás de la misión de “alumbrar una mente artificial”.

Esto no pasó desapercibido para OpenAI, que una vez se percató de que podían destapar sus trapos sucios decidió de forma inmediata prohibirle entrar en sus oficinas. “Al principio me sentí muy mal, pero lo importante no es mantener el acceso, sino decir la verdad”.

Dos años más tarde, con el lanzamiento de ChatGPT, OpenAI se convirtió en un fenómeno global. De repente, millones de personas usaban la herramienta y la empresa pasó a estar presente en todo el mundo.

Sin embargo, Hao insiste en que la historia no es tan brillante como parece. La periodista asegura que la IA no es todavía un negocio rentable.

Los costes de entrenamiento y mantenimiento de los modelos son descomunales, y la sostenibilidad financiera sigue siendo una incógnita peligrosa.

Algo que, por miedo, no mucha gente se atreve a decir, ya que es sabido por todos que en este sector todo está controlado por las propias compañías. Hao recuerda que detrás de cada promesa de “salvar a la humanidad” hay inversores ansiosos de beneficios y una estructura empresarial que necesita sobrevivir.

Por eso Hao lanza una pregunta que seguramente con el paso de los años tome más relevancia: ¿qué pasa cuando la tecnología más mediática del momento no logra sostenerse como negocio?

La respuesta, por ahora, es que OpenAI depende de alianzas estratégicas y de la confianza de quienes creen que el futuro de la IA merece la apuesta.

Pero esto solo se podrá responder con el paso del tiempo,siempre teniendo en cuenta que la IA no es magia ni garantía de éxito económico.

Es una herramienta poderosa y con mucho potencial todavía, sí, pero también un experimento costoso que realmente aún busca su lugar en el mercado.