Mi primer iPhone ya no está guardado en un cajón: ahora lo tengo enmarcado y colgado en la pared

La nostalgia es muy poderosa (algo que Nintendo sabe aprovechar muy bien), y por eso productos como este Macintosh de bolsillo tienen tanto éxito. Hace poco, esa misma nostalgia me atropelló a mí también… en forma de iPhone enmarcado. Pero no un iPhone cualquiera, sino mi primer iPhone, que ahora puedo tener colgado en la pared.

Desde hace unos años, hay empresas que se dedican a desmontar iPhone antiguos y a enmarcar todas sus piezas en un cuadro listo para colgar. En otras palabras, convierten estos dispositivos en auténticas obras de arte. Gracias a eso, ahora tengo mi primer iPhone, el iPhone 5s, dentro de un marco.

Pero no solo mi primer iPhone. También tengo el iPhone original, un modelo que nunca llegué a tener y que hoy en día costaría un ojo de la cara en plataformas como eBay.

Así son los iPhone enmarcados

Hay varias empresas que se dedican a ello, pero los cuadros que yo tengo son de GRID Studio, una de las primeras en hacerlo. Y no solo lo hacen con iPhone: también con consolas clásicas. ¿Te imaginas tener tu antigua PSP o Game Boy Color colgadas de la pared?

Los cuadros de iPhone son tal y como imaginas: un lienzo blanco con todas las piezas perfectamente distribuidas. El chasis, la pantalla, la batería (que, por motivos obvios, no es funcional) y otros componentes como el Touch ID, en el caso del iPhone 5s, que fue el primer modelo en incorporarlo.

Una de las cosas que más me gusta es que incluyen frases míticas de Steve Jobs, con su firma impresa. La mayoría están sacadas de su famoso discurso en la Universidad de Stanford, que recientemente cumplió 20 años. De ahí salió el icónico Stay Hungry, Stay Foolish.

Este tipo de productos me parecen una idea genial, sobre todo para quienes son fanáticos de la marca. También son la mejor demostración de lo potente que puede llegar a ser la nostalgia.