
Estafa masiva
Salta la sorpresa: la empresa de móviles lujosos inspirada en Pablo Escobar resultó ser una estafa
Vendían móviles plegables con las mejores prestaciones cuando esta tecnología estaba en pañales. ¿El truco? Todo era una mentira

Durante años miles de personas compraron móviles plegables que llevaban el apellido y estética del narco más famoso de la historia, Pablo Escobar. Supuestamente eran modelos de última generación, bañados en oro, y con un precio sospechosamente bajo. Sin embargo, todo era una farsa que ha acabado con su máximo responsable arrestado en España y declarándose culpable de estafa, lavado de dinero y fraude electrónico.
Olof Kyros Gustafsson, el joven sueco de 32 años que dirigía Escobar Inc., ha admitido su implicación en un entramado de engaños. Las promesas de smartphones de lujo resultaron ser humo, ya los compradores más afortunados recibían libros de la familia Escobar o cualquier cosa que pudiese justificar una venta. También eran falsos otros productos de la empresa, como la criptomoneda del narco o lanzallamas dorados.
Un fraude de película
La estrategia de Gustafsson combinaba marketing agresivo, estética narco y precios imposibles. Vendía dispositivos como el Escobar Fold 1 y Fold 2 por menos de 400 dólares, promocionándolos como móviles plegables revolucionarios. En realidad, se trataba de modelos existentes —como el Royole FlexPai o el Samsung Galaxy Fold— a los que les pegaba una etiqueta dorada, en el mejor de los casos.
La mayoría de los compradores jamás recibía el producto. En su lugar, se les entregaban objetos sin valor, como certificados, libros o camisetas, solo para justificar el envío y así dificultar las reclamaciones o devoluciones. Esto formaba parte de una táctica deliberada para simular legalidad ante los bancos y plataformas de pago.
Para dotar de credibilidad al timo, se enviaron unidades reales a algunos influencers tecnológicos, como el youtuber Marques Bronwlee, aunque, en este caso, destapó las inverosimilitudes del terminal. Rascando en la carcasa del dispositivo averiguó que realmente era un Samsung Galaxy Fold al que habían pegado pegatinas doradas.
Gustafsson también promocionó otros productos extravagantes, como un lanzallamas o una criptomoneda llamada Escobar Cash. Ninguno fue entregado a los clientes. Lo que sí se entregó, pero a la empresa, fue el dinero de los compradores: más de 300.000 dólares, según los documentos judiciales, canalizados a través de cuentas en EE. UU., Suecia y Emiratos Árabes.
El arresto se produjo en diciembre de 2023 en España, desde donde fue extraditado a EE. UU. en marzo de 2025. Ahora se enfrenta a penas de hasta 20 años de prisión por cada cargo de fraude y hasta 10 años por los delitos de blanqueo. Según Courthouse News Service, ya se ha declarado culpable de 5 cargos de fraude. Además, podría ser condenado a pagar más de 1,3 millones de dólares en restitución y perder los beneficios obtenidos.
La sentencia definitiva se conocerá el próximo 5 de diciembre. Mientras tanto, Escobar Inc. ha desaparecido del mapa y su web ha sido cerrada. Lo único que queda de la marca es un rastro de víctimas, muchas dudas y una estafa que demuestra que, si algo parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo sea.
✕
Accede a tu cuenta para comentar

Las titulaciones de los políticos