Prueba

Una semana con el BYD Tang, la bestia eléctrica de 7 plazas y 500 CV que te hace replantearte las marcas prémium

Probamos el renovado SUV chino: mucho espacio, una potencia increíble y un equipamiento de serie apabullante. ¿Suficiente para justificar su precio?

El BYD Tang en color Snow White
El BYD Tang en color Snow WhiteChristian ColladoDifoosion

El desembarco de BYD en Europa, y concretamente en España, ha sido una de las noticias más sonadas en el sector automotriz en los últimos años. El gigante chino no ha llegado de puntillas, sino con una gama de vehículos eléctricos bien armada y la ambición de competir cara a cara con marcas establecidas. Tras probar su modelo de acceso, el ATTO 2, tenía una cita pendiente con su buque insignia para nuestro mercado: el BYD Tang. Este SUV de gran tamaño, 100% eléctrico y con capacidad para siete ocupantes, acaba de recibir una actualización importante centrada en mejorar uno de sus puntos débiles iniciales: la autonomía, gracias a una nueva batería de mayor capacidad.

Con un precio de configurador de 72.000 euros para su única y completísima versión Flagship, el Tang se posiciona en la parte alta del mercado. La pregunta es obligada: ¿ofrece lo suficiente para justificar esa cifra? ¿Es una alternativa real a los SUV premium eléctricos? Para descubrirlo, he pasado una semana completa al volante del renovado BYD Tang, exprimiéndolo en ciudad, carretera y autopista. Os cuento mi experiencia.

Diseño y construcción

Frontal del BYD Tang
Frontal del BYD TangChristian ColladoDifoosion

No hay duda de que el BYD Tang es un coche que impone. Sus dimensiones son generosas, rozando los 5 metros de largo (4,970 mm), 1,96 metros de alto y 1,75 metros de ancho. Estas cotas, unidas al lenguaje de diseño "Dragon Face" de BYD, le confieren una presencia innegable en la carretera. El frontal, con sus faros LED afilados (con asistente de luces de carretera HMA de serie), la parrilla carenada y las líneas marcadas, resulta moderno y agresivo.

La vista lateral destaca por las enormes llantas de aleación de 21 pulgadas en acabado bicolor, calzadas con neumáticos 265/45R21, que llenan bien los pasos de rueda. Las barras de techo en aluminio y los cristales traseros oscurecidos completan un perfil elegante. La zaga es quizás la parte más distintiva, con unos pilotos LED unidos por una barra de luz continua y con intermitentes dinámicos, un recurso cada vez más habitual pero que aquí está bien integrado. Detalles como la luz dinámica de bienvenida o la iluminación bajo los retrovisores al abrir el coche aportan un toque sofisticado, propio de un vehículo de su precio.

Interior del BYD Tang
Interior del BYD TangChristian ColladoDifoosion

Al acceder al interior, la primera impresión es muy positiva. BYD ha hecho un esfuerzo considerable por crear una atmósfera premium, y lo consigue en gran medida. Los materiales empleados en el salpicadero (tapizado en ante sintético), las puertas y la consola central son agradables al tacto y visualmente atractivos. La unidad probada contaba con la tapicería de cuero Nappa en color negro, que eleva la sensación de lujo. Los ajustes entre piezas son buenos y no se perciben crujidos ni ruidos notables durante la marcha, lo que habla bien de la solidez en la construcción.

El diseño del salpicadero es limpio y moderno, dominado por la gran pantalla central giratoria. Detalles como el techo solar panorámico (de serie, con cortinilla eléctrica), el volante multifunción en cuero vegano o la iluminación ambiental multicolor (que puede reaccionar al ritmo de la música) contribuyen a esa sensación de estar en un coche de gama alta.

Si bien quizás no alcance la perfección milimétrica de algunos fabricantes premium en todos los recovecos, la calidad general percibida es alta y justifica, en parte, su posicionamiento en precio. Además, la certificación de 5 estrellas EuroNCAP añade una capa importante de tranquilidad en cuanto a seguridad estructural.

A bordo del BYD Tang

Volante del BYD Tang
Volante del BYD TangChristian ColladoDifoosion

El gran argumento diferenciador del Tang frente a muchos rivales eléctricos es su configuración 2+3+2, ofreciendo siete plazas reales. Las plazas delanteras son auténticas butacas: amplias, cómodas y con un nivel de equipamiento espectacular. El asiento del conductor tiene ajuste eléctrico de 8 posiciones, memoria, calefacción, ventilación ¡y función de masaje!, además de apoyo lumbar eléctrico de 4 vías.

El del acompañante no se queda atrás, con 6 ajustes eléctricos, calefacción, ventilación y apoyo lumbar. Encontrar la postura ideal es sencillo y se puede viajar durante horas con un confort excelente.

La segunda fila es también muy espaciosa. Tres adultos pueden acomodarse con holgura, beneficiándose de un suelo plano. Los asientos son reclinables y deslizables longitudinalmente, lo que permite jugar con el espacio disponible para las piernas o para los ocupantes de la tercera fila. Cuentan con salidas de aire propias (climatizador trizona de serie) y puertos USB (tipo A y C).

La tercera fila, como es habitual en este tipo de SUVs, es más adecuada para niños o adultos en trayectos cortos. El acceso requiere abatir parte de la segunda fila y el espacio para las piernas es justo si los pasajeros de delante no adelantan sus asientos. Sin embargo, tener esas dos plazas extra disponibles es un plus de versatilidad innegable para familias numerosas.

El maletero varía enormemente según la configuración. Con las 7 plazas operativas, quedan unos escasos 235 litros, suficientes para un par de mochilas o la compra pequeña. Al abatir eléctricamente la tercera fila, el espacio crece hasta unos muy generosos 940 litros, una cifra excelente para 5 ocupantes y su equipaje. Y si abatimos también la segunda fila, obtenemos una superficie de carga casi plana con 1.655 litros. El portón trasero es eléctrico y cuenta con función manos libres mediante sensor de pie.

Volante y cuadro de instrumentos del BYD Tang
Volante y cuadro de instrumentos del BYD TangChristian ColladoDifoosion

Tecnológicamente, el Tang es un escaparate. La pantalla central giratoria de 15,6 pulgadas es la protagonista absoluta. Su funcionamiento es fluido, la resolución es excelente y la posibilidad de colocarla en vertical (ideal para navegación) u horizontal (mejor para multimedia) es un puntazo. El sistema operativo propio de BYD es intuitivo, aunque requiere un pequeño periodo de adaptación.

Es compatible con Android Auto y Apple CarPlay (tanto por cable como de manera inalámbrica). El cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas ofrece información clara y personalizable, y se complementa perfectamente con el Head-Up Display (HUD) que proyecta datos clave en el parabrisas.

El sistema de sonido firmado por Dynaudio con 12 altavoces ofrece una calidad de audio notable, creando una buena atmósfera envolvente. El asistente de voz "Hi, BYD" permite controlar diversas funciones del vehículo. La conectividad está asegurada con 4G, servicios en la nube (con datos incluidos los primeros años) y múltiples puertos USB de carga rápida (incluyendo tipo C de 60 W delante y detrás) y una base de carga inalámbrica para móviles de 50 W.

Prestaciones

Palanca selectora de modos y botones del BYD Tang
Palanca selectora de modos y botones del BYD TangChristian ColladoDifoosion

Con 380 kW (517 CV) y 700 Nm de par instantáneo repartidos entre ambos ejes gracias a su sistema de tracción total inteligente (AWD), el BYD Tang se mueve con una agilidad sorprendente para sus 2.630 kg de peso. La aceleración de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos es una cifra respetable que permite incorporaciones y adelantamientos con total solvencia. La entrega de potencia es contundente pero muy lineal y progresiva, sin brusquedades, lo que refuerza la sensación de confort y control. No se siente explosivo o deportivo como otros eléctricos de potencia similar, el peso es un factor que modera esa sensación, pero la capacidad de empuje es innegable y más que suficiente para un uso familiar. La velocidad máxima está limitada a 190 km/h.

Donde el Tang realmente brilla es en el confort de marcha. La clave aquí es la suspensión adaptativa DiSus-C (de serie). Este sistema ajusta la dureza de los amortiguadores en tiempo real, logrando un equilibrio excelente entre comodidad y control. Filtra las irregularidades del asfalto de manera sobresaliente, ya sean baches, badenes o juntas de dilatación, manteniendo la carrocería estable y sin transmitir vibraciones molestas al habitáculo. Incluso con las llantas de 21 pulgadas, el confort es notable.

En autopista, se muestra aplomado y muy silencioso, convirtiéndolo en un gran rodador. En carreteras secundarias, la suspensión adaptativa contiene bien los balanceos de la carrocería, permitiendo un ritmo ágil para su tamaño, pero no es un coche que invite a una conducción deportiva. El elevado peso se deja notar en las inercias y la dirección, aunque cómoda para maniobrar, resulta algo artificial y poco comunicativa, restando confianza al buscar los límites. Los modos de conducción (Eco, Normal, Sport, Snow) permiten variar la respuesta del acelerador y la dureza de la suspensión, adaptando el carácter del coche.

Un detalle importante en el apartado dinámico son los frenos. Equipa un potente sistema firmado por Brembo en el eje delantero, con pinzas deportivas y discos perforados (también detrás). Esto, sobre el papel, garantiza una capacidad de detención elevada y resistencia a la fatiga. Durante mi prueba, la frenada fue potente y segura en todo momento, pero he de reconocer que el tacto del freno no me resultó del todo agradable durante los primeros días (era excesivamente blando), si bien fue mejorando con el paso de los días hasta adoptar una dureza más adecuada.

Parte trasera del BYD Tang
Parte trasera del BYD TangChristian ColladoDifoosion

Autonomía y carga

La actualización del Tang se centró en la batería, adoptando la Blade Battery LFP (Litio FerroFosfato) de 108,8 kWh brutos. Esta tecnología propia de BYD es conocida por su seguridad y durabilidad. La cifra de autonomía homologada WLTP es de 530 km en ciclo combinado (y 681 km en urbano).

En mi semana de prueba, con una conducción mixta y climatizador activado, el consumo medio se situó entre 24 y 26 kWh/100 km. Es un consumo elevado en términos absolutos, lógico por el tamaño, peso y potencia del coche, pero no descabellado para su segmento. Esto se traduce en una autonomía real en uso mixto que rondará los 380-420 kilómetros.

Es una mejora sustancial respecto a la versión anterior (que apenas superaba los 300 km reales), pero sigue siendo un punto donde rivales más eficientes (principalmente Tesla) le sacan ventaja. Para viajes largos, requerirá planificación, aunque la autonomía ya permite cubrir distancias considerables entre paradas. La inclusión de una bomba de calor de serie ayuda a mitigar la pérdida de autonomía en climas fríos.

En cuanto a la carga, las especificaciones confirman una potencia máxima en corriente continua (DC) de 170 kW. Esto permite cargar la batería del 30% al 80% en unos teóricos 30 minutos, siempre que encontremos un cargador capaz de entregar esa potencia (y las condiciones de la batería sean óptimas). Es una cifra competitiva, aunque no líder en el mercado. En corriente alterna (AC), admite hasta 11 kW, lo que supone unas 11 horas para una carga completa (0-100%), ideal para carga nocturna en casa.

Cuarto trasero del BYD Tang
Cuarto trasero del BYD TangChristian ColladoDifoosion

Una de las grandes bazas del BYD Tang es que, con sus 72.000 euros, viene con un único acabado Flagship absolutamente equipado de serie. No hay que añadir costosos paquetes opcionales. Prácticamente todo lo mencionado (techo panorámico, asientos Nappa calefactados/ventilados/masaje, HUD, sonido Dynaudio, llantas de 21", V2L, bomba de calor, carga inalámbrica de 50W...) es estándar.

Lo mismo ocurre con los sistemas de asistencia a la conducción (ADAS). La lista es interminable e incluye todo lo esperable en un coche moderno de este nivel: control de crucero adaptativo con función Stop&Go y centrado de carril, detector de ángulo muerto, alerta de tráfico cruzado delantero y trasero con frenada automática, asistente de mantenimiento y cambio de carril, frenada automática de emergencia, reconocimiento de señales, detector de fatiga, cámaras 360º, asistente de aparcamiento... Durante mis pruebas, funcionaron correctamente, aunque algunos de ellos pueden llegar a ser algo intrusivos.

La pantalla central del BYD Tang
La pantalla central del BYD TangChristian ColladoDifoosion

Precio y rivales

Con 72.000 euros, el BYD Tang Flagship se sitúa en la parte alta del mercado generalista y coquetea con el segmento prémium. Sus rivales directos como SUV eléctrico de 7 plazas son escasos (Kia EV9, Mercedes EQB -más pequeño-, Volvo EX90 -más caro-). Si lo comparamos con SUVs premium de 5 plazas de tamaño y potencia similar (BMW iX, Mercedes EQE SUV, Audi Q8 e-tron, Polestar 3), el Tang suele ofrecer un equipamiento de serie mucho más completo por un precio similar o inferior.

Su principal competidor en términos de relación tamaño/precio/prestaciones podría ser el Tesla Model Y, pero este es significativamente más pequeño y solo tiene 5 plazas (aunque mucho más eficiente y con mejor red de carga). El Model X ofrece 7 plazas y mejores prestaciones/eficiencia, pero a un precio considerablemente superior. Por tanto, el Tang juega la carta de ofrecer mucho espacio, mucho equipamiento y una alta calidad percibida a un precio competitivo dentro de su nicho específico.

Conclusión, ¿vale la pena el BYD Tang?

El BYD Tang 2025 es un coche que me ha dejado un muy buen sabor de boca general tras esta semana de convivencia. Es la demostración de que BYD ha llegado a Europa con la lección bien aprendida y productos capaces de mirar de frente a la competencia establecida.

Destaca poderosamente por su confort de marcha (la suspensión DiSus-C es una maravilla), la calidad y el lujo que se respira en su interior, su enorme espacio para hasta 7 ocupantes y un equipamiento tecnológico y de seguridad de serie apabullante. La potencia es más que suficiente y la experiencia de uso diario es refinada.

Sin embargo, no es perfecto. Su elevado peso se nota en la dinámica y, sobre todo, en la eficiencia, lo que limita la autonomía real en viajes largos por debajo de los referentes del mercado, a pesar de su enorme batería. La velocidad de carga de 170 kW, aunque correcta, no es tan avanzada como la presentada por la propia BYD unas semanas atrás. La dirección poco comunicativa resta puntos a la experiencia de conducción si buscas deportividad. Y su precio de 72.000 euros, aunque justificado por el equipamiento, lo sitúa fuera del alcance de muchos y lo enfrenta a rivales de imagen consolidada.

¿Lo recomendaría? Sí, pero con matices. Es una opción excelente para familias numerosas que necesiten 7 plazas eléctricas, valoren por encima de todo el confort, el silencio, la tecnología y un equipamiento completísimo sin sorpresas, y cuya autonomía real encaje en sus necesidades habituales o no les importe planificar las paradas en viajes. En ese nicho, ofrece una relación espacio/equipamiento/calidad/precio difícil de igualar. No es el eléctrico más eficiente ni el más divertido de conducir, pero sí uno de los más cómodos, lujosos y prácticos para viajar en familia. BYD ha hecho un gran trabajo con este Tang.