Estudios
La última 'genialidad' de un CEO milmillonario: “Todo lo que aprendiste en la universidad es intelectualmente incorrecto”
Las grandes compañías tecnológicas tratan de desmarcarse del camino tradicional, pero a la vez, buscan trabajadores para sus proyectos entre los recién graduados
Uno de los secretos (que por supuesto no lo es tanto) en la industria tecnológica está en ensalzar los logros propios. Es evidente que los grandes directivos de las compañías tienen una implicación personal, profesional y económica que les lleva a demostrar de forma permanente y pública su amor hacia su proyecto.
Esto también se debe a que la búsqueda de inversores y mecenas resulta cada vez más complicada: más compañías, más investigaciones, más especialistas, más proyectos atractivos y por tanto hay que adornar muy bonita la parte del pastel que corresponde a cada uno para hacerla apetecible para quienes tienen el poder de dar un impulso económico, fundamental cuando se hacen inversiones en personal como las que están llevando a cabo compañías como Meta.
La cuestión es que, en ocasiones, para elevar la imagen de un proyecto se llevan al extremo afirmaciones que chocan o que, directamente, suponen un ataque a una amplia generación. Ese ha sido el caso de Alex Karp, director ejecutivo de Palantir, empresa de software estadounidense conocida por desarrollar plataformas para la integración, gestión y análisis de datos a gran escala, quien no ha dudado en restar valor a esas enseñanzas que dan la vida y la carrera universitaria.
Duda acerca de las enseñanzas universitarias
Karp aprovechó el marco de la presentación de resultados del segundo trimestre del año por parte de Palantir, en el que la firma obtuvo unos ingresos de 1.000 millones de dólares que, junto a las constantes subidas en bolsa de la cotización de sus acciones, han llevado a la compañía a una cotización cercana a los 430.000 millones de dólares, para arremeter contra el sistema universitario estadounidense a la vez que destacaba los logros que, a nivel personal para quien da sus primeros pasos en el mundo del análisis de IA, puede suponer formar parte de Palantir, aunque sea como trampolín pensando en el siguiente empleo.
El foco de la crítica de Alex Karp está en lo que él mismo denominó como “deficiencias en las admisiones universitarias”, que según él “han desplazado la meritocracia y la excelencia”, algo que ha dado como resultado que “a estudiantes cualificados se les niegue una educación basándose en criterios subjetivos y superficiales”.
Esta línea de pensamiento de Alex Karp no es nueva, puesto que en el mes de febrero y durante una entrevista concedida a la cadena de televisión estadounidense CNBC fue cuando afirmó que las instituciones universitarias y sus enseñanzas no son lo que los jóvenes deberían recibir como formación vital ni intelectual: "Todo lo que aprendiste en la escuela y la universidad sobre cómo funciona el mundo es intelectualmente incorrecto", señaló en su intervención.
Curiosamente, Palantir se encuentra inmersa en un proceso de crecimiento que, tal como recoge la publicación Fortune, contempla la contratación de perfiles destinados de forma específica para pasantes y para estudiantes recién graduados.
La necesidad de trabajadores manda y pese a que el director ejecutivo de Palantir tenga una idea, la compañía parece tener unas necesidades que, al menos a corto plazo, chocan con la idea de la preparación y la necesidad (o no) de estudios superiores por parte de los candidatos que lleguen a sus oficinas.