El gadget del sábado

Google Pixel 6a: una bestia con un lado bueno. Y otro no tanto

Estas son las claves para saber si el nuevo teléfono del gigante de internet es lo que buscas

Disponible en tres colores distintos, el Pixel 6a guarda sorpresas en su interior.
Disponible en tres colores distintos, el Pixel 6a guarda sorpresas en su interior.Google

No vamos a hablar del ratio de pantalla, de los marcos de la misma. Tampoco de los colores ni del desempeño en pruebas del microprocesador del Google Pixel 6a. Vamos a lo que interesa: este teléfono no es para todos. Pero quien lo elija, se sorprenderá. Más aún cuando su precio roza los €450. Ahora sí: hablemos sobre esta bestia que tiene dos caras.

En el lado más amable estamos ante un móvil con un diseño un poco diferente del habitual en otros teléfonos: el juego de colores y la disposición de las lentes, junto a la ya clásica línea de los Pixel que separa cámaras de cuerpo, le da un aire clásico y sobrio. En mano parece de construcción sólida y materiales de alta calidad (pero hay plástico por ahí también). Las huellas se enamoran con facilidad de la superficie y puede resultar un poco resbaladizo. Es grande, no tanto como sus hermanos mayores, pero las 6,1 pulgadas se notan en la dimensión, no tanto en el peso: 178 gramos que sorprenden positivamente. La pantalla, acorde con un gama media, tiene buen brillo a plena luz del día y una configuración de adaptación automática eficiente pero no sobresaliente. Obvio: AMOLED y Full HD+. No tan obvio y un poco decepcionante: una tasa de refresco de 60 Hz, cuando lo mínimo en estas fechas (y más para un dispositivo de Google) serían unos 90 Hz. ¿Se nota la diferencia? Bueno, si vamos a subir fotos a redes, a enviar mensajes y a jugar al solitario, no lo percibiremos. Ahora, si lo nuestro son los videojuegos, la diferencia es obvia: vamos a necesitar un muelle para los saltos constantes.

Google intenta compensar esto con un procesador propio (diseñado en conjunto con Samsung y el mismo que sus hermanos mayores y más caros) que va muy bien. No es un Snapdragon serie 8, pero tiene poco que envidiarle. En memoria sigue acorde a la gama media: 6 GB de RAM y 128 GB de almacenamiento. Lo dicho, sobrio en algunos aspectos. Muy sobrio.

En batería, lleva una de 4.410 mAh (rozando lo justo, pero por encima) y una carga rápida de 18 W… que no incluye el cargador. Esto no se entiende muy bien: 18 W ya no es carga rápida. Lo bueno es que son honestos en este apartado y saben que todos tenemos cargadores más potentes que solventarán la carga. Eso sí: gracias a un uso muy personalzado de Android, la batería dura mucho más en este teléfono que en otros con los mismos amperios. Y es que Google, con sus teléfonos, no apunta a la carga, a la batería, casi tampoco al diseño y lo justo a la potencia. La diana de Google con sus teléfonos (y el Pixel 6a es el mejor logro por precio/calidad) es el sistema operativo. Y la cámara.

Vamos con un ejemplo: muchos juegos de Nintendo solo están disponibles en sus videoconsolas y cuando llegan a otras, la calidad no es la misma, las prestaciones descienden y le falta “chicha”. Con los Pixel sucede lo mismo: Google ha creado el sistema operativo más usado del planeta en los smartphone. Y ha creado un smartphone para ese sistema operativo, el cual conoce en todas sus dimensiones. Obviamente Android va mucho mejor en un Pixel que en cualquier otro teléfono. Tiene garantías, de actualizaciones, solidez, velocidad. Y aquí sí se nota mucho la diferencia ya que han hecho el traje a medida.

Y el otro aspecto que lo convierte en una bestia (amable y deseable) es la cámara. Desde sus primeros pasos, los Google Pixel han mostrado que su objetivo (valga la redundancia) es la fotografía. Es de las mejores cámaras del mercado, aún en los de gama alta. Y punto. Eso no tiene discusión. Puede no ser la número 1, pero en los papeles de impresión, se sube al podio sin duda. Y eso que por especificaciones no parece para tanto: dos cámaras traseras de 12 MP cada una y una frontal de 8 MP. Pero su procesador de imagen, sus lentes y un cuidado software propio, le permiten dibujar con luz.

¿Vale la pena? Por €459 es un móvil muy, muy bueno. Sin duda. A quienes les entusiasme la fotografía, valoren la fluidez en el día a día, la seguridad de contar con un soporte de calidad, encontrarán un dispositivo con enormes virtudes.