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El gadget del sábado: Huawei MatePad 11.5, la tablet para la vuelta al cole
Por potencia, pantalla, prestaciones y, sobre todo, por precio es la elección adecuada.
Hay un mito que dice que las malas críticas son más interesantes de hacer, más divertidas. Quizás sea cierto a la hora de escribirlas, pero cuando lo que toca es hacer un examen de la experiencia (gastronómica, deportiva, artística o tecnológica), siempre será más divertida si se trata de un buen producto final. Y eso es lo que ocurre con la edición 2025 de la MatePad 11.5 de Huawei.
Vamos a empezar con dos obviedades. La primera de ellas son las cámaras: 13 y 8 MP. ¿Es poca? Sí. ¿Es suficiente? También: son muy pocos quienes usarán una tablet para tomar fotografías y, a menos que la usen para videollamadas (se comportan muy bien en este entorno), poco o ningún uso le daremos.
Y la segunda obviedad viene del software: no tienen, de forma nativa, muchas aplicaciones vinculadas a Google. Hay que aclarar, por enésima vez, que esto no quiere decir que no podamos usar Gmail, YouTube u otras opciones de la casa de California. Basta recurrir a Aurora Store, una “tienda” con aplicaciones “traducidas al sistema operativo de Huawei” y descargarse las opciones que queramos. Y funciona perfecto.
Dicho esto, vamos con lo divertido. Lo primero es la pantalla: 11.5 pulgadas con tecnología PaperMatte. ¿Qué significa esto? Primero que se reducen los reflejos a la hora de utilizarla en exteriores. Segundo que su “textura digital” de algún modo recrea la porosidad del papel, permitiendo hasta 10 puntos de contacto diferentes con el dedo o con el lápiz óptico. Si los reflejos iban por el apellido Matte, el nombre propio de Paper, tiene que ver justamente con esta permeabilidad de la pantalla: es una verdadera diversión usar la pantalla táctil.
Por ejemplo, si usamos la app propia de Huawei, GoPaint, tenemos unas 70 opciones de configuración y hasta 100 tipos de pinceles digitales diferentes. La nitidez de los colores, la luz y los tonos disponibles, generan una frustración involuntaria: queremos tocar el papel… uno que en verdad no existe, pero la tablet nos hace creer que hemos controlado el gramaje, la porosidad y el grosor.
Si hablamos de potencia, estamos ante un procesador propio, un Kirin T82B de ocho núcleos, 8 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento. La pantalla tiene una frecuencia de actualización de 120 Hz, lógico, con las capacidades que brinda para el dibujo.
En cuanto al diseño, la MatePad 11.5 no tiene nada de especial: es un poco más delgada que sus predecesoras, con 6,1 mm de grosor, pero un poco más pesada (en total 515 gramos). Esto quizás se deba a una batería mejorada: esta vez tiene una capacidad de 10.100 mAh, lo que permite varios días de uso general. Si a eso le sumamos una carga rápida muy efectiva, es una tablet con la cual podemos contar para las tareas habituales sin temer imprevistos.
Su precio es de €399 con el teclado y la funda incluidos. Si queremos el Huawei M- pencil, muy recomendable, el precio sube a 19 euros… Una diferencia enorme respecto a uno de sus competidores, el iPad 11: 529 euros por la versión básica, más €89 por el lápiz óptico y 300 por el teclado. Casi el triple de la MatePad.
El punto final lo aporta la IA. El sistema mejora la escritura a mano (si tomamos notas muy rápido, estas mejoran en visibilidad y legibilidad), al igual que búsquedas y apertura de apps con IA.
El promedio actual de gastos en libros del curso escolar en España se sitúa en 400 euros, dependiendo de la etapa del alumno. Ese es el promedio. La MatePad 11.5 está pensada para quienes estudian o trabajan, no solo por su potencia, también por la resistencia, la versatilidad y el precio, que incluye la funda y el lápiz óptico. En este caso estamos hablando de una inversión en educación, más que de un gasto