El Papa lanza una guía para utilizar la Inteligencia Artificial

Cada vez son más voces las que advierten sobre el uso y las consecuencias que pueden traer las inteligencias artificiales. A menudo son voces de empresarios tecnológicos, como Elon Musk, o de expertos que han estado implicados en su desarrollo. Lo que hasta ahora no habíamos visto nunca ha sido la postura de la iglesia. Y menos aún de su máxima autoridad: el Papa.

El sumo pontífice se ha asociado con el Centro Markkula de Ética Aplicada de la Universidad de Santa Clara para formar el Instituto de Tecnología, Ética y Cultura (ITEC), un organismo que, según su sitio web, está diseñado para convocar a "líderes de empresas, sociedad civil, la academia, el gobierno y todas las tradiciones religiosas y de creencias, para promover un pensamiento más profundo sobre el impacto de la tecnología en la humanidad".

Se trata en cierto sentido de un grupo de expertos en ética de IA dirigido por el Vaticano. Su primera orden del día es la publicación de un manual, llamado "Ética en la era de las tecnologías disruptivas: una hoja de ruta operativa", destinado a ayudar a las empresas tecnológicas a navegar por las muchas áreas grises de la IA. "El Papa siempre ha tenido una gran visión del mundo y de la humanidad, y cree que la tecnología es algo bueno - señala el padre Brendan McGuire asesor de ITEC en una entrevista -. Pero a medida que lo desarrollamos, llega el momento de hacer preguntas más profundas. Los ejecutivos de tecnología de todo Silicon Valley han venido a mí durante años y me han dicho: 'Necesitas ayudarnos, hay muchas cosas en el horizonte y no estamos listos' . La idea era utilizar el poder de convocatoria del Vaticano para reunir a ejecutivos de todo el mundo".

Para ser justos, el manual no solo se enfoca en la IA y el aprendizaje automático. También cubre otros temas como el cifrado, el seguimiento y las tecnologías de reconocimiento facial. Pese a ello, según el texto, el avance de las IAs parece ser su principal inspiración. "Desde que comencé a reunirme y hablar con altos representantes de Silicon Valley, especialmente aquellos que trabajan en el área de inteligencia artificial y aprendizaje automático, me ha impresionado su deseo de mantener altos estándares éticos para ellos y para su industria - se puede leer en el manual, escrito por el obispo irlandés Paul Tighe -. Esto ya está claro en la cantidad de iniciativas que buscan garantizar que la tecnología esté al 'servicio de la humanidad', 'para siempre', 'centrada en el ser humano', 'ética por diseño' y 'abierta'. Este deseo de mantener estándares éticos refleja tanto un compromiso intrínseco de hacer el bien como una aversión realista al riesgo de daño a la reputación y daño comercial a largo plazo".

En otras palabras: los líderes empresariales utilizan a sabiendas estas palabras de moda para ganarse la confianza y ganar dinero. Pero, ¿qué hacen para no ir por el camino erróneo? Y, otra pregunta interesante: ¿qué tiene que ver todo esto con el Papa? En el manual se explica bastante bien. Para Tighe se trata del "fruto de una cooperación poco probable ya que la Iglesia católica es muy consciente del hecho de que no podría ser más diferente de Silicon Valley.

También vale la pena señalar que el ITEC no pretende que su manual sea un reemplazo a la regulación gubernamental. Hasta que no haya leyes que regulen esta tecnología, algo que podría tomar bastante tiempo, el instituto dependiente de la Universidad de Santa Clara dice que sus pautas pueden ayudar a las empresas en crecimiento a mantener la salud y la ética del consumidor. Pero tienen que tener la voluntad para ello: “Las medidas de seguridad importantes son absolutamente necesarias, y los países y los gobiernos las implementarán a tiempo - concluye Brendan -, pero este manual juega un papel importante en el seguimiento rápido del enfoque del diseño y la implementación del consumidor. Ahí es donde estamos tratando de permitir que las empresas cumplan con los estándares que necesitamos con mucha anticipación”.