Consejos
Por qué suele calentarse el cargador del móvil y cómo solucionarlo
No siempre representa una amenaza, pero si la temperatura supera ciertos límites, puede acarrear consecuencias
Conectar el móvil al cargador y notar que este se calienta es una experiencia habitual para la mayoría de los usuarios. Aunque cierto nivel de calor durante la carga puede considerarse normal, no siempre es algo inofensivo. Comprender qué hay detrás de este calentamiento y saber cómo prevenirlo es clave para prolongar la vida útil de nuestros dispositivos y evitar posibles accidentes.
Cuando se conecta un cargador a la corriente, se inicia un proceso de conversión energética: la corriente alterna que proviene del enchufe se transforma en corriente continua, la que utilizan los dispositivos electrónicos. Durante este proceso, parte de la energía se disipa inevitablemente en forma de calor debido a la resistencia de los componentes internos. Este fenómeno se conoce como efecto Joule.
Cuanto mayor sea la resistencia y peor la calidad de los materiales, más calor se generará. Por eso, los cargadores de baja calidad o no homologados tienden a calentarse con mayor facilidad, ya que sus componentes no gestionan la energía de manera eficiente.
Factores que intensifican el sobrecalentamiento
Más allá del funcionamiento interno, existen otros elementos que pueden agravar este calentamiento:
- Uso inadecuado: Conectar un cargador diseñado para un dispositivo de baja demanda energética a uno que consume más potencia de la que puede suministrar provocará un sobreesfuerzo que genera calor adicional.
- Ambientes calurosos: Las altas temperaturas externas o cargar el móvil sobre superficies que retienen el calor (como sofás, camas o cojines) dificultan la correcta ventilación del cargador.
- Uso intensivo durante la carga: Utilizar el móvil para tareas exigentes mientras se está cargando (como juegos o vídeos) incrementa tanto la temperatura del dispositivo como la del cargador.
Un cargador caliente no siempre representa una amenaza, pero si la temperatura supera ciertos límites, puede acarrear consecuencias. Entre las más comunes se encuentran el deterioro prematuro del cargador y del dispositivo, fallos de funcionamiento o, en casos extremos, riesgo de incendio.
Por eso, notar que el cargador está demasiado caliente al tacto o percibir un olor extraño debe interpretarse como una señal de alerta.
Cómo prevenir y actuar
- Elige cargadores certificados: Prioriza siempre el uso de cargadores originales o de marcas reconocidas que cuenten con certificados de seguridad europeos.
- Asegúrate de la compatibilidad: Verifica que el cargador tenga la capacidad adecuada para el dispositivo. Un cargador con menor potencia de la necesaria trabajará forzado y se recalentará.
- Revisa el estado de los cables: Un cable dañado puede convertirse en un punto crítico de sobrecalentamiento o cortocircuito. Sustituirlo a tiempo es fundamental.
- Carga en lugares ventilados: Asegura una buena ventilación del cargador y evita cubrirlo o situarlo sobre superficies que atrapen el calor.
- No expongas el cargador al sol directo: Especialmente en verano, el calor ambiental puede ser un factor determinante en los problemas térmicos de los dispositivos.
- Interrumpe la carga si algo no va bien: Si detectas un calentamiento excesivo, desconecta inmediatamente el cargador y deja que se enfríe antes de volver a usarlo. No ignores signos como deformaciones, quemaduras o ruidos inusuales.