Boris Johnson
El director de la BBC renuncia ante las presiones de Boris Johnson
Tony Hall, tras siete años en el cargo, hizo ayer oficial su dimisión, que se hará efectiva este verano, aunque confesó que «si hiciera caso al corazón, no me iría nunca»
Lleva siete años demostrando una gran capacidad a la hora de mantener el prestigio de una institución con historia como es la BBC. Sin embargo, y de sorpresa, Tony Hall ha decidido renunciar a su cargo como director general de la cadena británica. A través de un comunicado que hizo llegar ayer al personal de la cadena a través de un correo electrónico, Hall anunció que, en lugar de seguir lo que le dictaban sus sentimientos, abandonaba el cargo. «Si hiciera caso a mi corazón, no me querría ir nunca. Sin embargo, creo que parte fundamental de cualquier liderazgo es poner siempre en primer lugar los intereses de la organización», confesó. Con esto, Hall hacía oficial su renuncia, que se hará efectiva este verano: «En los próximos seis meses, mi prioridad, como siempre, será la de defender esta gran organización y continuar dirigiendo nuestra reinvención», afirmaba. De esta manera, durante ese tiempo de prórroga el empresario podrá dejar a su sucesor todo preparado para continuar las negociaciones en miras de las vías de financiación de la cadena, que se revisan cada década. En teoría, nada debería haber cambiado hasta 2022, año en el que se llevará a cabo la revisión de los estatutos de la BBC. Sin embargo, Hall ha considerado que no debe ser él quien lidere dichas negociaciones que auguran una temporada conflictiva y ha decidido pasar a mejor vida: formará parte de la dirección de la National Gallery.
Estándares de oro
Durante los últimos años, la BBC ha hecho frente a la invasión de las plataformas en «streaming». Pero, sobre todo, el gran conflicto en el que la cadena lleva sumergida durante varios meses se refiere al enfrentamiento con la política de Boris Johnson. El partido euroescéptico ha acusado a la BBC de no haber demostrado imparcialidad y neutralidad. Una idea contradictoria a la que Hall expresó en el comunicado remitido ayer, el cual aprovechó para dejar clara su visión acerca de la posición de la cadena ante la actualidad política del país: el empresario elogió los valores de innovación, inclusión y eficiencia de la cadena, subrayando que, «en plena era de “fake news”, la BBC sigue siendo el estándar de oro de la imparcialidad y la verdad». Todo esto se suma a la sugerencia de Johnson de eliminar en un futuro la tasa de licencia que pagan los británicos y que sostienen los gastos de la televisión pública, la cual es la principal fuente de financiación de la BBC. De hecho, cualquier ciudadano que quiere acceder a sus canales debe pagar una tasa de 184 euros cada año. «Uno debe preguntarse si esta financiación tiene sentido a largo plazo», apuntó Johnson. Por tanto, Hall dejará sus responsabilidades en un momento de turbulencias no solo pasadas –con respecto a la política o a cuestiones salariales–, sino también venideras.
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