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“Por H o por B”: un corte de mangas al postureo

HBO España ha estrenado su tercera serie española: la historia de dos chicas de Parla que buscan integrarse en Malasaña, el barrio de moda de Madrid

De izquierda a derecha, Saida Benzal, Brays Efe y Marta Martín
De izquierda a derecha, Saida Benzal, Brays Efe y Marta MartínHBO

A cualquier generación, sobre todo si se ha criado en la periferia, idealiza barrios donde creen que tienen que estar para ser alguien molón, al tanto de todo y con las tribus que imponen la tendencia. Sucedió en los 80, en la época de La Movida, cuando se era un cero a la izquierda sino se frecuentaba El Rastro y el bar La Bobia. Pasan los años y pocas cosas cambian. Es lo que nos cuenta «Por H o por B», una serie dirigida por Manuela Burío Moreno, que ya se puede ver en HBO España –producida por Globomedia y Lacoproductora– y que extrapola esa sensación a la actualidad cambiando de localización: el barrio de Malasaña. Allí se asientan Hache y Belén, dos amigas de Parla que van a por todas. Esta comedia viene acompañada de una trastienda sobre el «postureo», las ganas de agradar y la necesidad de pertenecer al colectivo más «cool». Saida Benzal, que interpreta a Belén, explica que su personaje «se siente fascinada y abrumada por ese mundo tan colorido y el ‘‘moderneo'‘. Ella viene del mundo de la feria para encontrarse con su amiga Belén y le fascina lo que sucede en Malasaña y la excentricidad».

Vivir de las apariencias

Pero siempre existe la «cara B» de esta historia. Quiere ser la más moderna para que se fijen en ella «y vive de esas apariencias tan absurdas; menos mal que ella y su amiga son genuinas y conservan su pureza». Eso también les pasa factura. Marta Martín, que encarna a Hache, reflexiona y dice una verdad como un templo. «Todas las personas del extrarradio tienen un brote de rebeldía. Fíjate en una cosa: lo que antes era una choni, ahora con el ‘‘trap'' y Rosalía es moderno». Y añade algo nada baladí: «Ellas entran en Malasaña, pero Malasaña no entra en ellas». ¿Eso qué quiere decir? Que son las de siempre, «son naturales y auténticas. Eso se ve en los diálogos: quieren encajar pero saben que no y se refleja en sus diálogos, en su desconcierto, en reconocerse y autoafirmarse en un sitio que no pertenece a su entorno».

Saida Benzal insiste en que los personajes que interpretan son muy potentes físicamente. «En el caso de Hache, ella va con sus uñas de gel, con extensiones del pelo hasta la cintura y monos con piel de pantera porque es lo que toca en este momento. Sin embargo, hay que rascar más para comprobar que es una chica con inseguridades que no se las va a quita ni el barrio de Malasaña ni nadie». Tanto es así que a Martín, que vive en Fuenlabrada, el equipo de producción le propuso durante el rodaje alojarse en Malasaña. Se negó. «No por nada, es que en el sitio que vivo en Fuenlabrada apenas había ruido y en Malasaña era un infierno poder dormir».

De lo que queda de la experiencia es aprender a pasar de los prejuicios. Lo dice Martín que, sin tapujos, se define como gorda, pero no pasa porque esa condición física sea sinónimo de desprecio. «Si algo me ha enseñado este rodaje es que no soporto las faltas de respeto. Lo tengo muy asumido antes de las modelos curvy (de talla grande). Por llamarme gorda, nadie me va a insultar. Solo consiste en hacerte fuerte y que es aspecto físico sea la última discriminación, que ya toca».