Agatha Raisin, la detective sin filtros

El pasado lunes Cosmopolitan lanzó el primer caso (capítulo) de Agatha Raisin, la nueva serie entre la comedia y el suspense, protagonizada por una divertidísima publicista que lo deja todo en busca de un cambio radical. Tras entregar media vida a su trabajo de relaciones públicas en la bulliciosa ciudad de Londres, decide mudarse a la «ideal y tranquila» villa británica de Carsely. Sin embargo, sus vecinos hacen de su idílica apariencia un disparatado lugar, en el que se suceden los asesinatos y los errores de la policía local, por lo que el papel de Agatha cobra verdadera importancia. Y es que Agatha descubrirá en Carsely su verdadera vocació: resolver crímenes. Su curiosidad, ingenio e intuición, condiciones que no cumple el agente de policía Bill Wong (Matt McCooey), la convertirán en una detective efectiva aunque caótica a la vez.

Infiltrarse

Una de las misiones que cumplirá Agatha será la de infiltrarse entre sus nuevos vecinos. Al llevar coloridos vestidos, en lugar de uniforme, nadie sospecha que se trata de una detective encubierta. Así, intentará adaptarse a la vida rural y adquirir su cultura y costumbres. Incluso, en alguna ocasión se hará pasar por la mujer de su vecino, James Lacey (Jamie Glover), una tapadera de la que le costará deshacerse. Porque uno de los grandes defectos de Agatha es que en ocasiones no distingue la realidad de la ficción, lo que le lleva a crearse falsas expectativas. En cambio, es soñadora, creativa, extrovertida, intuitiva y transparente aunque sin ningún tipo de filtro. Esta última condición a veces desencadena en ideas totalmente disparatadas. Y es que ella aplica la tormenta de ideas, natural del mundo de la publicidad, a cualquier situación, incluidos los crímenes. Porque su cerebro parece funcionar así, como un grifo descontrolado. Así su pasado profesional y sentimental se verá constantemente reflejado en la nueva vida de Agatha. Porque por mucho que nos esforcemos hay cosas que no podremos cambiar jamás.

Nominada a un Emmy

Agatha, sin cargas familiares y con la fiel compañía de Gemma (Katy Wix) y Roy (Mathew Horne), su asistente personal y su mejor amigo, es una mujer independiente acostumbrada a vivir sola, pero que no parece cerrarle las puertas al amor, sino todo lo contrario. Además, se siente seductora y conoce cuáles son sus fortalezas, como su gran capacidad de persuasión y argumentación. Gajes del oficio. Por su parte, Gemma y Roy la complementan. Incluso se podría decir que representan los dos lados de Agatha. Gemma la parte intuitiva, inteligente e ingeniosa y Roy el sentido del humor, la sensibilidad y la creatividad. Son tres máquinas de generar empatía.

La escocesa Ashley Jensen, nominada a un Emmy y que da vida al personaje de Agatha en esta adaptación televisiva, ha agradecido poder hacer un papel protagonista después de cumplir los cincuenta, algo que según asegura «no es nada habitual». De hecho, la versión original narra a una mujer más joven. Aún así, la autora (MCBeaton), que falleció en 2019, aprobó la adaptación cuando se estrenó en 2014. Hace unos meses firmaron la renovación para producir la cuarta temporada.