«Tino Casal»: el Da Vinci de la movida madrileña

«Visionario», «fiestero», «gran compañero», «transgresor», «hacía magia» o «nuestro rey», son algunos de los calificativos que le dedican amigos y compañeros a José Celestino Casal Álvarez, conocido artísticamente como Tino Casal, en la nueva serie documental homenaje al referente de la movida madrileña. «Tino Casal» es un recorrido necesario por la vida y obra del artista asturiano que revolucionó los escenarios, los armarios y las galerías de la España de los años 80, que estrenó recientemente atresplayer, y que está producida por Atresmedia Televisión, en colaboración con La Cometa TV, bajo la dirección y guion de Alfonso Albacete y Antonio Asencio como coguionista.

Tres episodios

La figura de Tino Casal es, ha sido y seguirá siendo cautivadora. El artista falleció a los 41 años en un paradójico, simbólico y terrible accidente de tráfico haciendo una de las cosas que más le gustaban del mundo, estar con sus amigos. Cualquier excusa es buena para revisitar la vida de este Da Vinci de la España de los 80, difícilmente clasificable, pero acertadamente llamado visionario por lo mucho que se adelantó a su tiempo en música, moda y tendencias. La serie consta de tres capítulos que se pueden ver al completo y que intenta desgranar quién fue, cómo vivió y qué significó para el mundo Tino Casal. Polifacético y poliédrico, fue el referente para todo tipo de artistas desde su llegada a Madrid desde Tudela Veguín. Los que le conocían saben que no había disciplina artística que no tocara y era compositor, productor, diseñador gráfico, escultor y pintor, aparte de un amante de crearse su propia ropa.

Tras un repaso rápido introductorio, «Tino Casal» comienza con «Quién te enseñó a volar», guiño a las letras del artista y capítulo primero en el que también veremos partes de las entrevistas a gente que conoció y amó a Tino Casal. Entre ellos los periodistas Arturo Paniagua, Carlos Cavestany y Sandra Golpe; Alberto Giménez de Miss Caffeina, el locutor Fernandisco, la diseñadora Cristina Rodríguez, los cantantes Marta Sango, Agoney, Ramoncín y Víctor Manuel, el compositor Luis Cobos, su músico, Javier Losada y, sus amigos Fortu, Antonio Villatoro, Paco Clavel, Manolo Cáceres, su biógrafo, Gerardo Quintana,y sus hermanas Martina y Conchita Casal, entre muchos otros. Todos acuden a la memoria para recordar a aquel joven que acudía con su hermana Conchita a escucharla cantar copla, adoraba a Marifé de Triana y se aficionó al cine de terror. El capítulo también abarca sus comienzos musicales con Los zafiros negros, en 1963, y con Los archiduques a partir de 1967. Su inquieta manera de ser le llevó en muchas ocasiones a Londres, por aquellos años cuna de la modernidad juvenil con su ropa y su música. Aquello se lo descubrió la que fue su pareja, Pepa Ojanguren. La serie se apoya en imágenes familiares y archivo de actuaciones para mostrar aquellos primeros años en los que confiesa haber sido un niño «tímido» y «marginado» según sus propias palabras.

La familia

En este capítulo son determinantes las opiniones de sus dos hermanas y su sobrino Gonzalo, que saben perfectamente cómo era Tinín. En 1978 su nombre ya resonaba en los círculos musicales por su tema «Emborráchate», con el que se presentó al Festival de Benidorm quedando en segundo lugar. Después su vida cambió, y en el segundo episodio, «Cuentan que era estrella», nos sumergimos en la velocidad que tomó su vida hasta llegar al desenlace contado con pelos y señales por algunos de los que estuvieron con él de fiesta hasta que se enteraron de su muerte. La simbiosis perfecta de la movida madrileña con Tino Casal, fue una explosión de todo lo artístico con él en el centro del huracán. Su amistad con Fabio (Fanny) Mcnamara, su rivalidad con Pedro Almodóvar, su aportación a Obús, la llegada del éxito «Champú de huevo», su ambigüedad sexual y su concepto de la moda son tratados con detalle. Tras conocer los secretos de «Embrujada», el último episodio, «Dolor en tus caricias», se dedica a su explosión internacional con «Eloise» y «Pánico en el Edén». «Tino Casal» es una serie documental que nos recuerda todo lo que el artista y la persona dejaron detrás para todos los demás. Y ahora discúlpenme que me voy a escuchar «Eloise».

Doloroso anécdota

Especialmente emotivo el recuerdo de la muerte de Tino Casal contada por su biógrafo, acompañantes en el coche, y su familia. La fatalidad de no haberse puesto el cinturón es lo que le costó la vida al artista cuando iba acompañado en un Opel Corsa blanco en la madrugada del 22 de septiembre de 1991. El vehículo chocó contra una farola a 400 metros del Puente de los Franceses en Madrid. El copiloto, Casal, salió despedido del coche y el golpe causaría la rotura de una de sus costillas, que según su biógrafo le partió el corazón. La casualidad cuenta que recientemente en una entrevista, y bromeando con su gusto por los vampiros, contestó a la pregunta de cómo le gustaría morir que solo podría hacerlo si le clavaran algo en el corazón.