Frescas y dulces

Tres series de TV que apetecen más en verano que una sandía fresquita

Recomendamos una terna ficciones disponibles en plataformas de streaming que, sin renunciar a la calidad, son ideales para las vacaciones y la temporada estival

The white lotus
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Hay quien dice que las series, por contra de las bicicletas, no son para el verano. Si es cierto que durante la época estival apetece estar más en la playa, la piscina, la terraza o el chiringuito; no es menos cierto que las vacaciones nos permiten disponer de mucho más tiempo libre que podemos dedicar, entre otros menesteres, a ver series de diferentes plataformas.

Ciertamente, con el calor, los días largos y las noches tórridas no están las neuronas para quemarlas en ficciones sesudas como 'Black Mirror' o 'Dark'. Tampoco sea quizás el momento idóneo para embarcarse en largas y profundas sagas como la de 'Juego de Tronos', 'Succession' o 'Vikingos'. Al fin y al cabo, el verano es ligereza y 'joie de vivre': la tranquilidad es lo que se busca, amén de la frescura, el tonteo estival y la risa frívola.

Es por ello, que desde LA RAZÓN (sin afán de proselitismo) recomendamos tres series que nos parecen ideales para disfrutar en vacaciones, o para pasar mejor el trago veraniego quien no tenga el mar o la piscina a mano y sí mucha faena por hacer durante la canícula. Vamos allá:

The White Lotus (HBO Max)

Si ya en su primera temporada la serie de Marc White sorprendió con su original sentido del humor, su exótica puesta en escena, la atractiva manera de hilar las historias de los personajes y la tensión continua; en la segunda 'The White Lotus' acabó por romperlo consolidándose como una de las mejores ficciones de la última década.

Sin grandes pretensiones argumentales, 'TWL' además de un goce estético, dado sus bellísimos y exóticos paisajes amén de su tribal banda sonora (a cargo de Tapia de Veer), proporciona un universo nuevo y adictivo para el espectador: a quien seguro se le quedarán corta sendas entregas y querrá quedarse a veranear en Hawái y en Sicilia acompañado de unos protagonistas ricachones y caprichosos con los que, contra todo pronóstico, llegará a empatizar.

 

'The White Lotus' es una isla donde rigen leyes propias dentro del océano de series convencionales. Un punto y aparte regado de sexo, humor surrealista, todo el exotismo que cabe en las palabras guacamayo, amalfitano, gatopardo y waikiki, y el misterio y la amenaza del envés de las olas del mar. Te enamorarás de Aubrey Plaza y de Alexandra Daddario. Y llorarás de risa con los viciosos directores de ambos complejos hoteleros.

'Los Durrell' (Filmin y RTVE)

Un gratísimo producto audiovisual que sucede en la isla de Corfú, y que está basada en la excelente trilogía autobiográfica de Gerald Durrell. Es la serie perfecta para huir de los problemas y del mundanal ruido. Un chapuzón de optimismo, frescor, dulzura, color y costumbrismo regado con un humor blanco que, sin que pasen grandes cosas, te engancha como un sistema de almadraba a un banco de atunes.

Es una serie tendida, amplia, para gozarla en largos tragos y que te vaya meciendo hacia el sueño. Personajes cargados de inocencia que te ganan de principio a fin. Todo ello sin renunciar al exotismo de una familia británica residiendo en la preciosa ínsula de Corfú a orillas de la II Guerra Mundial, que solo asoma su sombra de manera tangencial. ¡Armonía!, esa es la palabra clave para definir la ficción de la saga de 'Los Durrell'.

 

Una serie que encuentra su par en 'Todas las criaturas grandes y pequeñas' (Movistar), cortada por el mismo patrón, aunque quizás más propicia para la época del frío y la manta.

'Las de la última fila' (Netflix)

Una serie muy entretenida que entra muy bien y de manera refrescante y que por la vía rápida o populista busca la emoción del espectador, algo que sorprendentemente consigue.

Para quien busque pasar un buen rato y no una obra de arte, 'Las de la última fila', pese a su cosilla woke, es una serie excelente que te atrapa desde el primer minuto y cuando te quieres dar cuenta ya estás pidiendo una segunda temporada. La ficción, que transcurre en la comarca de La Janda gaditana (entre Tarifa, Conil, Barbate y Vejer) es una oportunidad excelente y barata para viajar a esta zona del suroeste español que tantos atractivos ofrece en esta época del año.

 

La tensión sexual, la sombra misteriosa de la enfermedad, los lazos de la amistas que se atan y desatan como un nudo marinero, el dejarse llevar, la frivolidad y el carpe diem marcan esta ficción española, tan recomendable para darse un chapuzón ficticio.