Estreno

“Winnie the Pooh: Miel y Sangre”: de cuento a pesadilla

Esta noche, en el especial “Una mirada a Sitges” de DARK, se estrenará una de las películas de serie B más exitosas del año

“Winnie the Pooh: Miel y Sangre”: de cuento a pesadilla
“Winnie the Pooh: Miel y Sangre”: de cuento a pesadillaAMC NETWORKS

Con motivo del Festival de Cine de Sitges (Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya), que este domingo 15 de octubre clausura su edición número 56, DARK, el canal de AMC SELEKT, especializado en cine de terror, ha ofrecido, desde el pasado jueves 5 el especial “Una mirada a Sitges”, con la emisión de 11 títulos todas las tardes y la oferta de más de 30 películas bajo demanda en AMC SELEKT, guardando para hoy la primicia de la esperada película británica “Winnie the Pooh: Miel y Sangre”, que se emitirá a las 22:25h, tan solo ocho días después de su presentación en Sitges.

La idea de convertir al enternecedor osito de peluche amante de la miel en un sórdido asesino sólo podía habitar en la cabeza de un amante del cine slasher como Rhys Frake-Waterfield (“The Area 51 Incident”, “The Killing Tree”, “Firenado”), un británico con una corta trayectoria como cineasta, pero cuya producción se reduce a este subgénero del terror. Fue el 1 de enero de 2022 cuando el tiempo jugó a su favor, pues ese día la obra original de Alan Alexander Milne, "Winnie the Pooh", pasó a ser de dominio público y Frake-Waterfield tuvo vía libre para hacer con los personajes de este cuento infantil cualquier cosa que tuviera en mente.

El resultado ha sido una producción cinematográfica modestamente financiada que experimentó un gran éxito al comienzo de este año, llegando a ser uno de los estrenos más comentados del momento. A pesar de su bajo presupuesto, unos 100,000 dólares, logró recaudar la notable suma de 5,2 millones.

La trama de “Winnie the Pooh: Miel y Sangre” comienza con un Christopher Robin convertido en adulto que regresa al Bosque de los Cien Acres, al que había dejado atrás hace muchos años para ir a la universidad. Al volver, encuentra a sus amigos Winnie y Piglet, quienes, muy lejos de ser aquellos tiernos muñecos de peluche, son criaturas de carne y hueso que no se han tomado nada bien el abandono de Christopher y su resentimiento ha desatado en ellos una insaciable y sangrienta sed de venganza. A partir de ahí, la película se convierte en el más clásicos de los slasher de serie B.

Los que somos de la generación que creció en la edad dorada de este género, que bebió de la fuente de Alfred Hitchcock y su “Psicosis”, es decir, viendo “Halloween”, “Viernes 13” y “Campamento de Verano”, entre muchas otras producciones del primer lustro de los años 80, encontramos que “Winnie the Pooh: Miel y Sangre” visita todos los lugares comunes de estas producciones, léase: un psicópata que asesina brutalmente a adolescentes y jóvenes incautos, tensión sexual, sangre gratuita (sin llegar a lo gore, porque va más a los efectos prácticos que a los especiales o generados por ordenador), personajes claramente reconocibles y diálogos intrascendentes. Una fórmula tan básica como efectiva.

Sin embargo, lo que nos puede aparecer como predecible y poco original para los de aquella generación, más allá de usar personajes de cuentos infantiles que, dicho sea de paso, en su tiempo podían ser crudos y hasta crueles, tanto que ahora Disney se ha propuesto suavizarlos al punto de, por ejemplo, querer eliminar la muerte de la madre de “Bambi”, para un público más joven puede resultar fresco y diferente. Por mucho que “Scary Movie” y los varios remakes de los slasher clásicos hayan mantenido vivo el género. La diferencia está en el presupuesto, ya que el éxito de Frake-Waterfield ha sido el de conservar la esencia original con apenas un puñado de dólares.

No obstante, aunque la crítica ha tratado positivamente a “Winnie de Pooh: Miel y Sangre”, el género slasher no ha envejecido demasiado bien. Este estilo cinematográfico ha enfrentado críticas de diversos sectores debido a su tendencia a combinar elementos sexuales con violencia, presentando escenas eróticas en medio de asesinatos. Razón por la que se le acusa de ser sexista, ya que las víctimas suelen ser predominantemente mujeres, lo que ha llevado a cuestionar si este género pudiera influir en comportamientos de la violencia de género.

Pero, hasta que esto se resuelva, el cine se sigue abriendo paso y, como ha sucedido con muchas de estas películas, “Winnie the Pooh: Miel y Sangre”, tendrá una segunda parte y está prevista que se estrene en 2024. Mientras tanto, no es mala idea preparar unas palomitas para pasar la noche del domingo frente al televisor.

Un electricista metido a director y un rodaje urgente

Con 84 minutos de duración, “Winnie the Pooh: Miel y Sangre” se filmó en tan solo 10 días. La adaptación y dirección de esta inusual producción estuvo a cargo de Rhys Frake-Waterfield, un cineasta británico que hasta el 2021 solía trabajar en el sector eléctrico antes de adentrarse en el mundo del cine de bajo presupuesto. El reparto incluye a Craig David Dowsett (de “The Area 51 Incident”), Chris Cordell (de “The Return of the Salem Witch”), Amber Doig-Thorne (de “The Seven”) y Nikolai Leon (de “Invasión Alienígena”).