Toros
Emilio de Justo: «No soy figura, pero quiero que me exijan como tal»
El extremeño, una de las grandes sensaciones de la temporada, analiza su reciente triunfo en Las Ventas
La misma Puerta Grande pero distintas sensaciones. El pasado domingo Emilio de Justo salía a hombros de Las Ventas por segunda vez en su intensa carrera. Mientras este triunfo consolida al extremeño como uno de los baluartes del escalafón, el que consiguió en 2018 le colocaba por primera vez en el mapa, le daba el sitio que tanto había peleado en las plazas francesas. Muchas cosas han cambiado desde entonces, de ser un torero extremadamente sobrio y encasillado en ciertos encastes a matarlo absolutamente todo y a vibrar con los tendidos en cada trasteo. Un torero que parece haberse transformado a la medida de Madrid. «Ha sido un proceso de crecimiento natural, basado en la autoexigencia», cuenta Emilio. El diestro no esconde su obsesión por mejorar y rectificar errores: «Me veo todas mis actuaciones repetidas varias veces y hasta de la del domingo saco fallos». Porque lo que a Emilio le llena de verdad «no son las cifras ni los triunfos, sino mi desarrollo artístico y técnico».
Entre ambos triunfos, afirma que no tienen comparación: «La primera Puerta Grande fue mucho menos rotunda, cayó en parte por la inercia de la tarde, con una oreja en cada toro, aunque fue una faena muy correcta. Pero la del pasado domingo fue una tarde mucho más completa». Tres orejas y hasta dos más que pudieron caer en el último toro de no ser por la espada, hicieron de la del pasado domingo una de las mejores tardes de su carrera. Sobre las voces que cuestionan el mérito de los triunfos con un aforo reducido hasta el 25%, Emilio tiene claro que «yo siempre he escuchado lo contrario, que cuanta menos asistencia hay más exigente es Madrid».
La marcha de Enrique Ponce deja un hueco enorme en el escalafón, que progresivamente podrían ir ocupando toreros como Daniel Luque, Juan Ortega o el propio Emilio. De hecho, el extremeño ya va a ocupar su lugar en Arles (Francia). Después de haber superado la etapa de torero emergente, ahora el siguiente paso es consolidarse entre las figuras, algo que todavía no ve como una realidad. «Aún no soy figura, aunque quiero que me empiecen a exigir así. Mi trayectoria no es lo suficientemente larga como para afirmar algo de esa magnitud y mucho menos para compararme con Ponce». Precisamente del maestro de Chiva confirma que no le importaría volver a entrar en algún cartel importante en su lugar.
Su compromiso más próximo será Soria, donde ya dejó buenas sensaciones hace doce años. Este sábado estoqueará allí toros de Román Sorando compartiendo terna con Diego Urdiales y Juan Ortega.
Mientras abandonaba a hombros la Calle Alcalá, De Justo señalaba con ambas manos hacia el cielo. Su padre fallecía poco antes de su primer triunfo en Madrid. «Siempre me acuerdo de él, sobre todo en los buenos momentos que ya no podemos compartir. Él estuvo cuando las cosas no me iban bien, cuando mi carrera no arrancaba y los empresarios no llamaban. No ha podido ver cómo he ido cumpliendo mis sueños».
Esta apunta a ser su temporada, aunque empezaría con incertidumbres. Se lesionaba en un percance en Leganés, que arrastraría durante un mes y por lo que se perdería el compromiso de San Isidro en Vistalegre en el que sustituía a Antonio Ferrera, hueco que acabó ocupando Daniel Luque. «Los triunfos en Las Ventas lo compensan todo. Doy gracias a Dios por llegar a esta parte de la temporada en esta forma».
Soria, Arles, Santander o Mont de Marsan ya le esperan. Sigue sin renunciar a la Francia que le dio la primera oportunidad. Sin duda, es una de las sensaciones de la temporada, incluso haciendo casi olvidar el triunfo de Sergio Serrano en Madrid ante los de Victorino Martín, solo una semana antes.
✕
Accede a tu cuenta para comentar